La Scuderia Ferrari sigue cosechando éxitos en los campeonatos de ruedas descubiertas en 1963, cuando el calendario del mundial constaba de 22 pruebas, y no todas válidas para todas las categorías. Ferrari y, especialmente, la Scuderia, dominan la temporada imponiéndose a Jaguar y Shelby.
La Scuderia Ferrari triunfa en tres carreras clave: la 12 Horas de Sebring, en la que John Surtees y el italiano Ludovico Scarfiotti se impusieron a un 250 P; la 1000 Km de Nürburgring, donde el piloto inglés estuvo acompañado por el belga Willy Mairesse; la 24 Horas de Le Mans, en la que Lorenzo Bandini y Ludovico Scarfiotti adelantaron a otros cinco Ferrari, en una edición legendaria de esta carrera para la Casa de Maranello.
Con estos éxitos, Ferrari logró 71 de los 126 puntos que le sirvieron para hacerse con el título. Los demás puntos llegaron con las carreras más cortas, donde los coches de Maranello suelen imponerse en manos de equipos y pilotos privados. Como, por ejemplo, las 3 Horas de Daytona, donde se impuso el mexicano Pedro Rodríguez, al volante del 250 GTO del equipo NART, por delante del americano Roger Penske, que pilotaba un coche similar del equipo de John Mecom, —y quien, más tarde, se convertiría en constructor. O la 500 Km de Spa-Francorchamps, donde cinco Ferrari ocuparon los cinco primeros puestos, liderados por el 250 GTO, pilotado por Willy Mairesse, del equipo Ecurie Francorchamps.
La Coppa della Consuma la ganó Edoardo Lualdi con el Dino 196 SP y, en el Trophée d’Auvergne, se impuso Bandini con el 250 Testa Rossa de Carlo Maria Abate. En Goodwood, en el Tourist Trophy, hicieron doblete los 250 GTO de Graham Hill y Mike Parkes del equipo Maranello Concessionaires y, en el Tour de France, se impuso el Ferrari de Jean Guichet y Jean Behra. Fue una temporada gloriosa.