Sin pasión, autoestima y valentía, la innovación simplemente no existiría. Para muchos, son demasiado difíciles de contemplar. Para Enzo Ferrari, demostrarían ser las piedras angulares sobre las que construyó un imperio.
En 1947, cuando la Europa de la posguerra iniciaba su largo camino de vuelta a la prosperidad económica, todos los indicios apuntaban a un inevitable aumento del mercado de automóviles de masas. Pero, mientras los fabricantes competían por construir enormes centros capaces de producir vehículos en serie, Enzo Ferrari decidió seguir un sueño diferente.
La pequeña fábrica que abrió ese año en Maranello no estaba diseñada para producir coches en gran volumen. De hecho, Enzo solo tenía un coche en mente, el 125 S, diseñado no para los desplazamientos diarios, sino para ganar carreras.
El 125 S era mucho más que un coche de carreras, era la declaración de intenciones de Enzo Ferrari. Simboliza su deseo de ir a contracorriente y seguir sus sueños. Fue un manifiesto no solo de innovación técnica, sino de las propias ambiciones de Ferrari en el automovilismo, y sentó las bases de una larga historia de victorias dentro y fuera de la pista.
Vea la presentación del logotipo del 75 aniversario en una nueva película dedicada a celebrar los setenta y cinco años que han revolucionado el mundo del automóvil
Setenta y cinco años después de que aquel famoso 125 S saliera de la fábrica de Maranello, en torno a la marca Ferrari se ha desarrollado una enorme comunidad de aficionados, clientes y, por supuesto, empleados, todos ellos unidos por un sentimiento compartido de pertenencia y pasión, que abarca todas las edades y nacionalidades.
Es esta «Familia Ferrari» la que protagoniza una nueva película que desvela el logotipo del 75 aniversario, dedicado a celebrar los setenta y cinco años que han revolucionado el mundo del automóvil. En la película, el logotipo cobra vida a través de un mosaico de rostros de empleados, la manera perfecta de reconocer a las personas que garantizan el éxito de Ferrari día a día.
«Para este año especial hemos creado un icono especial: una escultura formada por miles de componentes forjados aquí en nuestra fábrica y colocados uno a uno por mis colegas de Ferrari», explica John Elkann, presidente de Ferrari. «Es símbolo del espíritu Ferrari que se comparte tanto aquí en Maranello como en nuestra familia de todo el mundo. Refleja la esencia de lo que somos, nuestros últimos 75 años y nuestro futuro. Es el símbolo de una empresa que, como dijo una vez Enzo Ferrari, está hecha sobre todo de personas».