Este mes hace 96 años que Sergio Pininfarina nació en Turín. Bajo su dirección, la empresa que heredó de su padre cuando era joven pasó a diseñar los Ferrari más memorables de la historia. Repasamos algunos de los mejores
La asociación de Pininfarina con Ferrari comenzó en 1951 en una reunión entre el gran Enzo Ferrari y el fundador de una destacada firma de diseño y carrocería de automóviles, Battista «Pinin» Farina. La cumbre para discutir una posible colaboración se llevó a cabo en un lugar neutral, un pequeño restaurante de un pueblo llamado Tortona, a medio camino entre Módena y Turín, donde las dos empresas tenían sus respectivas sedes.
Fue el hijo de Battista, Sergio, de solo 25 años, quien organizó la reunión, sin saber en qué medida afectaría a su propia vida la decisión resultante.
Battista Farina y su hijo Sergio Pininfarina se sientan a ambos lados de Enzo Ferrari en una cena en 1962. Sergio se había hecho cargo de la empresa familiar el año anterior
Hacía falta un lugar neutral porque ninguno de los dos quería ceder la «ventaja local», por así decirlo, pero esta no fue una reunión con animosidad; ambos eran muy respetuosos de los logros y el potencial del otro.
La reunión salió tan bien que se llegó a un acuerdo histórico por el cual a partir de ese momento Pininfarina quedaba a cargo de todos los aspectos de diseño de Ferrari. El mismo Sergio recuerda que le dijeron lo que iba a pasar en el coche de regreso de la reunión.
Cuenta: «Estábamos Enzo Ferrari, el señor Gardini de Ferrari, mi padre y yo. Mi padre me dijo: “Te vas a encargar de Ferrari”. Y yo exclamé, “¿Qué?” y me respondió, ”Te vas a encargar de todo: diseño, planificación, coste y producción”. Yo era joven, acababa de graduarme».
Con el tiempo Sergio heredó la compañía de su padre en 1961. Pocas personas podían prever la serie de vehículos verdaderamente emblemáticos que estaban a punto de llegar gracias a la inmensa maestría en ingeniería de Ferrari y las líneas sensuales que surgieron de Pininfarina.
El 250 GT Berlinetta es ahora uno de los coches más caros y buscados del mundo
Hacia finales de la década de 1950 se presentó el asombroso Ferrari 250 GT Berlinetta. Cuesta imaginar el impacto de ver el diseño cuando apareció; baste decir que debió de ser como presenciar la llegada de un automóvil del espacio exterior.
Bajo la capota había un motor V12 de 3 litros diseñado por Colombo que generaba unos 280 caballos de fuerza y ponía el automóvil a 100 km/h en solo siete segundos. Estamos en 1959.
En 1968 se produjo otro gran salto adelante con la presentación del 365 GTB/4 Daytona en el Salón del Automóvil de París, un coche que, a decir de todos, revolucionó el diseño de Ferrari. Atrás quedó la famosa rejilla ovalada que se había convertido en un sello distintivo del Cavallino Rampante; esta vez Pininfarina se centró en la aerodinámica y colocó los faros bajo cubiertas rectangulares.
A medida que pasaba el tiempo, fue posible ver cómo evolucionaba el lenguaje de diseño con cada impresionante modelo; aquí se ve el 365 GTB4 Daytona, el 512 BB y el 550 Maranello
La década de 1970 trajo otras innovaciones técnicas en el diseño de Pininfarina y la ingeniería de Ferrari, y el 512 BB de 1976 no fue una excepción. Destacó por ser la primera vez que se veía en un Ferrari la ahora característica disposición de los faros traseros en dos lentes redondas a cada lado del vehículo y el panel inferior de fibra de vidrio a menudo pintado de negro, en contraste con el clásico rosso de la sección superior.
Sin embargo, fue en la década siguiente cuando se lanzó un modelo que cambió verdaderamente la idea de cómo podría ser un automóvil deportivo. Está lo emblemático y después está el Ferrari Testarossa. Uno de los diseños más reconocibles de Pininfarina, se trataba de un automóvil que los adultos querían comprar y los niños querían tener en la pared de su habitación. Llegó a ser el Ferrari de mayor éxito jamás fabricado.
En 1997, el 550 Maranello se convirtió en el automóvil de rendimiento estandarte de Ferrari, con un diseño que ha envejecido tan bien que, incluso 25 años después, muchos lo citan como uno de los coches más bellos de Pininfarina.
El hermoso F12berlinetta fue otro diseño realmente innovador, con sus maravillosos faros LED que le dieron al auto un aspecto único
Y los éxitos siguieron llegando en la década de los años 2000: el F430, por ejemplo, era un automóvil realmente magnífico, con un diseño inspirado en el Ferrari Enzo en los pilotos traseros y la cubierta del motor, y elementos de los modelos clásicos de carreras de Fórmula 1 de los años 60.
Con el F12berlinetta de 2012 se produjo un verdadero salto adelante, una máquina de aspecto increíble con un nuevo motor V12 montado en la parte delantera, una central eléctrica de 6,3 litros que generaba unos colosales 730 caballos de fuerza. Diseñado por Pininfarina en colaboración con el Centro Stile de Ferrari, en aquel momento fue el automóvil más eficiente desde el punto de vista aerodinámico que haya salido jamás de Maranello.