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Descubrir Hokkaido en un California T

24 giugno 2016

Texto Elizabeth Tan

Las pistas del primer rally Ferrari de Hokkaido


El techo está abierto y el motor está arrancado. En mi California T, me uno a una tropa de cinco parejas y un viajero solitario en sus FF, sus F12 y otros. Hemos venido desde el sudeste de Asia hasta aquí para participar en el primer Ferrari Hokkaido Rally de 2016.

Estoy emocionado, nervioso, incluso. No he conducido un Ferrari en mi vida y existe la posibilidad de que mañana pueda salir en la portada de The Hokkaido Shimbun.

 

Pero Dios se apiada de mí y lo consigo: conducir por el norte de Japón es un paseo. Hokkaido, entre campos en flor y volcanes, evoca los tiernos recuerdos de una pareja de recién casados.

 

Los lagos y los pequeños pueblos son tan encantadores como los había imaginado y aquí estoy, rodeado de una especie de paz que te hace ir de lo más tranquilo.

Desde The Windsor Hotel Toya Resort and Spa, que tiene unas vistas que se pierden más allá del precioso lago Toya, nos piden un objetivo de lo más ambicioso: 550 kilómetros en dos días.

 

Parecen pocos, pero cuando te sientes como si estuvieras descubriendo un pintoresco país a través del View-Master  mientras cantas en voz alta Mr Brightside de The Killer, quieres vivir plenamente cada momento. Todo lo que necesitas es una excusa para pasar más tiempo en la carretera y  la excusa es el California T.

Estamos rodando con una ligera diferencia de tiempo y con esas horas de luz extra que ofrece el verano. El aire es fresco mientras nos dirigimos a Otaru y nos esforzamos por respetar las estrictas señales de tráfico. En Otaru, una pequeña ciudad portuaria al noroeste de Sapporo, tenemos que comprar. Lo que ocurre con las salidas de este tipo…, nunca están faltas de diversión.

 

Esta vez, nos han dado mil yenes para comprar un souvenir atípico. “El mejor equipo será premiado", nos dijeron. Y por supuesto hay más... Competimos por el mejor tiempo y ponemos a prueba nuestras habilidades en un circuito de curvas cerradas bajo la dirección del siete veces campeón de la gymkhana Masaki Nishihara.

 

Queremos captar los mejores momentos con nuestros teléfonos y nos esforzamos por ser civilizados en medio del tráfico. Todo esto entre fantásticos restaurantes recomendados por Michelin y maravillosos manantiales de agua fresca.

Cuando el sol finalmente se cansa de nuestra persecución y se esconde detrás de las montañas, los dos días han pasado demasiado rápido. Hemos competido duro, conducido con fuerza y hemos comido de maravilla.

 

Nos han dicho que podría haber otra salida por Alemania, pero de esa historia hablaremos otro día, en otra ocasión.