Texto: Richard Aucock
El coche para rallies Ferrari 308 GTB en realidad sí alcanzó el podio del Campeonato Mundial de Rally
Desde 1973 Ferrari ha centrado el programa de competición automovilística de su Scuderia únicamente en la Fórmula 1. A lo largo del tiempo, esto le ha asegurado incontables victorias y títulos en campeonatos, y en 2018, Sebastian Vettel vuelve a intentarlo. ¿Sabías acaso que una vez existió un coche de carreras de Ferrari que se pasó de la pista al barro y la grava del circuito especial de pruebas de rally? Fue un 308 GTB y, pese a que no era un proyecto propio de Ferrari, se desarrolló con la aprobación de Maranello. El 308 GTB, que se presentó en 1975, era el segundo Ferrari de motor central equipado con un V8. Michelotto, los famosos especialistas en competición, que prepararon Ferraris de carretera para la pista, creían que el coche sería perfecto para el Grupo 4 de rally. Ferrari ayudó al distribuidor de Padua a desarrollar el coche suministrándoles chasis desnudos que los técnicos convertirían en auténticos coches de rally.
Incluso los más inexpertos pueden ver claramente su objetivo, gracias a la suspensión que le proporciona mayor altura del coche al suelo y de carrera, además de un set completo de luces de rally de alta intensidad. Los coches tienen un aspecto increíble. Los 308 GTB Grupo 4 de rally corrieron por primera vez en 1978 y, tras algunos test de prueba iniciales, que incluían a Roberto Liviero al volante del Targa Florio de 1978, demostraron ser muy competitivos en los campeonatos de rally de Europa, Italia y Francia. Fueron el famoso piloto Raffaele «Lele» Pinto y su copiloto Claudio Penariol quienes llevarían al 308 GTB Grupo 4 a su primera victoria tan solo un año más tarde en el Monza Rally. Pero la mejor época del 308 GTB estaba aún por llegar. En 1981, el vencedor en las 24 Horas de Le Mans de 1972, Jean-Claude Andruet (al volante de un 365 GTB/4), volvió a triunfar en el famoso acto del Tour de Francia Automovilístico con un coche del distribuidor de Ferrari en París, Charles Pozzi.
Le acompañaba una mujer como copiloto, Chantal Bouchetal. Más tarde ganaría también el Tour de Francia de 1982 de la mano de otra mujer, Michéle Espinosi-Petit —conocida como «Biche»— con el célebre coche con la inscripción «Pioneer». Un 308 GTB Grupo 4 pilotado por Tonino Tognana y Massimo De Antoni ganó el Campeonato de Italia de Rally en 1982, cosechando además un nuevo triunfo en el Targa Florio (Andruet y «Biche» obtuvieron el segundo puesto). Sin embargo, el punto álgido del coche llegaría ese mismo año en el Rally de Córcega, que también puntuaba para el Campeonato Mundial de Rally (WRC). Andruet quedó segundo en Córcega, obteniendo para Ferrari su primer y único podio en el WRC. Incluso en 1983, el 308 GTB Grupo 4 seguía ganando, a pesar de que para entonces Michelotto ya estaba desarrollando otro proyecto: una versión Grupo B del popular coche para rallies, con intención de convertirlo en el revolucionario motor turbo 308 GT/M.
Desafortunadamente, la prohibición de los coches del Grupo B por motivos de seguridad en 1986 puso fin al proyecto, aunque el trabajo no se desperdició: gran parte de la ingeniería se transfirió al GTO y, más tarde, al Ferrari F40. Michelotto fabricó once coches 308 GTB Grupo 4, más uno adicional, que se montó en Reino Unido y se destinó a eventos locales. También crearía cuatro coches del Grupo B, uno de ellos con un motor de dos válvulas y los otros tres con un Quattrovalvole V8 más potente. ¿Y en la actualidad? Todos están muy solicitados como recuerdo de esa atrevida y exitosa incursión de Ferrari en el mundo salpicado de barro al que pertenece el rally de primer nivel.