El fragor no es
obra de la termodinámica, sino de la ingeniería de precisión. Más de ciento
veinte Ferraris, en representación de casi toda la historia del Cavallino
Rampante, han llegado a Sicilia para la Ferrari Cavalcade 2021.
En el tercer día, la Cavalcade recorrió el estrecho de Messina en un viaje de ida y vuelta de 180 km.
Sede de la famosa carrera de resistencia Targa Florio de principios del siglo XX en la que compitió el mismísimo Enzo Ferrari, Sicilia posee abundantes carreteras envidiables, con unos relucientes tramos costeros que conducen a los bosques sinuosos de la montaña y, en su descenso, atraviesan ciudades declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Utilizando la antigua ciudad de Taormina como residencia oficial para la línea de salida y de meta de cada jornada, la Cavalcade llegó oficialmente a Sicilia el 4 de septiembre con noventa y tres máquinas modernas y treinta y seis coches clásicos (para la Cavalcade Classiche) que empezaron a abrirse paso en la isla.
Durante cinco días y casi mil kilómetros, la Cavalcade cubrió carreteras costeras, terrenos montañosos y ciudades declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
La Cavalcade representa el verdadero espíritu de Ferrari, ya que reúne a personas de todos los rincones del mundo para compartir tanto sus historias como, claro está, sus coches. La gama lo incluía todo, desde los emblemáticos Monza SP2 (los nueve) hasta los grandes turismos del Portofino y el 812, pasando por la potencia híbrida del LaFerrari y el SF90 Stradale. En el lado de los clásicos, el Ferrari 250 dominaba la alineación, pero la exhibición abarcaba más de setenta años de legado, desde el hermoso 166 MM hasta el Ferrari Testarossa y el F50.
Los treinta y seis coches del Cavalcade Classiche atraían a una multitud dondequiera que iban Fotos: Anke Luckmann
Las rutas en sí cubrían todos los terrenos que ofrece la isla. El primer día, la Cavalcade partió hacia la costa de Sant'Agata di Militello, un viaje de ida y vuelta que recorrería 270 km a través de las nebulosas montañas de Nebrodi antes de descender al mar Tirreno, donde las nubes dieron paso a un sol glorioso y los Ferraris descansaron bajo las palmeras con el telón de fondo de las centelleantes aguas azules.
El recorrido de la Cavalcade Classiche fue más corto pero no menos hermoso: una ruta de 150 km en sentido contrario a las agujas del reloj alrededor de las estribaciones del Etna, donde los altos tejados y chapiteles de los pueblecitos sicilianos que atravesaban los coches daban la impresión de que incluso los edificios competían por el mejor lugar para ver pasar la caravana.
El viaje a través de las montañas Nebrodi llevó a la Cavalcade a través de los numerosos y hermosos pueblos de Sicilia.
Y no solo hubo ocasión de disfrutar de los convoyes de Ferrari en las carreteras abiertas. Ni siquiera la amenaza de lluvia impidió que la multitud disfrutara del espectáculo de la caravana al cruzar el valle de Noto en dirección a la ciudad barroca del mismo nombre, donde los automóviles clásicos parecían a gusto en medio de la antigua arquitectura romana.
Por supuesto, todo lo bueno llega a su fin y, mientras se inicia la gala de despedida bajo las estrellas sicilianas, cabe destacar que el desfile de Ferraris, ahora silenciosos, habrá recorrido casi mil kilómetros en los últimos cinco días, una hazaña digna de los propios pioneros de la Targa Florio de hace cien años.