Pocos pilotos conocen tan bien la Ferrari Challenge Series, ya en su 31ª edición, como el holandés Fons Scheltema
Desde que comenzó en la Challenge, Fons Scheltema ha personalizado sus coches con una llamativa librea frontal: unos afilados dientes de tiburón, con los que es imposible pasar desapercibido. Con los años se ha convertido en parte esencial del Ferrari Challenge Trofeo Pirelli, una forma simbólica de infundir miedo a sus competidores. "Es mi seña de identidad", empieza diciendo el piloto holandés, que este año celebra su decimonovena temporada como piloto de la Challenge.
“Llevo mucho tiempo viniendo a este paddock. Cada año me reencuentro con viejos amigos y hago nuevas amistades, con quienes tengo mucho que hablar y compartir. Para mí, es como una familia", afirma.
Es una familia que Scheltema ha visto crecer durante casi dos décadas, en línea con la evolución técnica y organizativa de esta serie. Un periodo en el que seis modelos de carreras, basados en sus versiones gemelas de carretera, han hecho historia en algunos de los circuitos más famosos de Europa, como Spa-Francorchamps, Silverstone, Le Mans, Imola y Mugello.
“Cuando debuté en 2005, lo hice con un Ferrari 360 Challenge. Así entré en el mundo de las carreras y el motorsport, un mundo en el que tenía poca experiencia”, recuerda.
En años siguientes también se puso al volante del F430 Challenge, el 458 Challenge y el 488 Challenge, este último también en sus versiones Evo. Su pasión por las carreras surgió de la fascinación por un coche de carretera que ocupa un lugar especial en la historia del Cavallino Rampante.
“Un día, estaba en un hotel y escuché un sonido fantástico que venía de algún lugar lejano”, recuerda. “De repente apareció un coche que me dejó boquiabierto por sus líneas originales y su diseño sofisticado y deportivo, jamás había visto algo así. Era el F40. Me enamoré de ese coche y, después de muchos años dedicado a mi trabajo, decidí regalarme un F40”.
En 2005, participó por primera vez en el Ferrari Challenge y, en 2007, logró su primer podio en Monza, durante la primera prueba de la temporada. Fons recuerda: “En el Templo italiano de la velocidad, cuando llegó el momento de subir al podio, suspendido sobre el circuito, vi fotos de grandes campeones como Niki Lauda y Michael Schumacher en las paredes. Había logrado que mi nombre apareciera en ese cuadro de honor.”
La historia de Scheltema se puede resumir con unas cuantas cifras: 267 salidas; 19 años sin perderse una sola carrera de la serie europea; dos trofeos ganados, la Coppa Gentleman en la categoría Coppa Shell en 2012 y el Ferrari Challenge Europe en 2014, al volante del 458 Challenge y del 458 Challenge Evo, respectivamente.
En el Ferrari Challenge Trofeo Pirelli, que este año celebra su 31ª temporada, Scheltema no esconde sus ambiciones: “¿El sueño? El deseo de todo piloto es ganar”.
A lo largo de los años, el campeonato ha evolucionado, ofreciendo nuevas oportunidades a los clientes. La serie italiana y europea arrancaron en 1993. Se disputaban con el Ferrari 348 Challenge, al que siguió el F355 Challenge, y son los dos únicos coches que Scheltema no ha pilotado en el circuito. “Fons y la boca tiburón de sus Ferrari forman parte de nuestra historia”, afirma Antonello Coletta, Director de Actividades Deportivas GT de Ferrari.
“Una relación tan larga es un maravilloso testimonio del espíritu que caracteriza a nuestra serie, basado en el placer de formar parte de la familia Ferrari.” En términos más generales, añade: “Las series continentales europea y americana van muy bien, al igual que la nacional de Japón, lanzada este año.
Tras algunas temporadas complicadas, el Ferrari Challenge UK vuelve a la normalidad. En un mundo como el de las carreras que evoluciona tan rápidamente, podemos estar seguros de que se estudiarán detenidamente todas las innovaciones posibles para que podamos seguir representando la excelencia a nivel internacional”.
Esta historia fue extraída del número 59 del The Official Ferrari Magazine