Un nuevo programa de «mapeado» en 3D, desarrollado internamente por Ferrari Classiche, permite alcanzar el máximo nivel de precisión en los proyectos de restauración de carrocerías, garantizando a los coleccionistas la posibilidad de proteger y conservar el valor de sus coches
En Maranello, la
búsqueda de la perfección no se limita al presente y al futuro, también engloba el pasado. En Ferrari
Classiche, el departamento encargado de restaurar los coches más veteranos del
Cavallino Rampante, los artesanos utilizan una combinación de tecnologías y
procedimientos antiguos y modernos cuando restauran una belleza del pasado para
devolverle su esplendor original. Y, ahora, disponen de una nueva herramienta:
Digital Bodywork Analysis.
«Se trata de una tecnología perfectamente adaptada a una necesidad bien concreta: comprobar digitalmente la superficie de un Ferrari histórico cuando llega a nuestro departamento, para luego poder compararla con los documentos históricos y garantizar que con la restauración recupere su forma original», explica Andrea Modena, responsable de Ferrari Classiche.
Hoy en día, damos por sentado que todos los coches de una determinada línea de modelos tienen la misma carrocería, idéntica. Pero no siempre fue así: si nos remontamos a los orígenes de Ferrari, cada coche era carrozado por artesanos especialistas, por lo que nunca hubo dos Ferrari exactamente iguales. Maranello fabricaba los motores, que de hecho eran los mismos para cada modelo, así como el chasis rodante, y, luego, los llevaba a uno de los carroceros más reputados —especialistas como Scaglietti, Farina, Vignale, Zagato y Carrozzeria Touring, por ejemplo—, donde el coche se «carrozaba a mano» (battuta a mano). Era un proceso muy artesanal: a pesar de que la forma de cada coche de un modelo concreto era esencialmente igual a la de sus hermanos, nunca hubo una réplica perfecta.
Este proceso de carrozado a mano duró hasta principios de la década de los 70, y cada vehículo era único. El departamento de Módena también se ocupa de estos coches, que fueron fabricados originalmente con estos métodos tan artesanales; era una época muy alejada de la perfección de la producción en serie actual. «Los carroceros de antaño “confeccionaban” un traje para los componentes mecánicos del coche, como los sastres», añade Modena. La mayoría de los coches que llegan al Departamento Classiche de Ferrari han vivido vidas intensas, porque han sido utilizados por sus anteriores propietarios y no se quedaron aparcados en un garaje. Muchos compitieron, otros se estrellaron, otros fueron reconstruidos o restaurados. El resultado es que cuando un cliente acude a Maranello con un proyecto de restauración, la carrocería no suele ser exactamente como era cuando salió por primera vez de las puertas del Cavallino Rampante, en Via Abetone Inferiore (Italia). Entrar en la solución Digital Bodywork Analysis.
Utilizando un avanzado software informático, el equipo de Diseño Ferrari, junto con Ferrari Classiche, puede crear una imagen tridimensional completa de todo el coche y su carrocería que refleja su estado actual. No se pierde ningún detalle: ni un golpe, ni un arañazo, ni una abolladura. A continuación, los artesanos de Classiche consultan el archivo de Maranello, donde se encuentran las imágenes del coche tal y como salió de fábrica, con su carrocería original. Al aplicar «secciones» de la imagen 3D del coche sobre las imágenes de archivo del vehículo original, se pueden ver los cambios realizados a lo largo de los años, teniendo en cuenta las limitaciones mecánicas.
Este proceso es fundamental para la restauración: a lo largo de los años, muchos coches antiguos Ferrari se han ido «retocando» para reparar sus imperfecciones y los reparadores procedieron siguiendo más su instinto personal que por lo que realmente era la forma original de la carrocería del coche. El nuevo proceso desarrollado por Ferrari permitirá reducir significativamente este aspecto «subjetivo», lo que también es importante para el valor del coche en sí. «Se trata de ofrecer un servicio que solo Ferrari puede ofrecer a los "custodios" de estos coches, pues eso es lo que son los propietarios de los coches Classiche: custodios», concluye Modena. Con esta nueva tecnología, los actuales custodios de los clásicos de Maranello podrán conservarlos mejor y legar el valor de sus piezas únicas a las generaciones futuras.