La pasión de Nicholas Hoult por Ferrari comenzó en 2002, cuando el productor de About A Boy llegó al set con su Ferrari 550 Maranello (película en la que el actor hizo uno de sus primeros debuts junto a Hugh Grant). «Tenía 12 años, conseguí montarme en el Ferrari y recuerdo que me quedé fascinado con la palanca de cambios manual, era alucinante», dice Hoult. «Subirme en ese coche tan fascinante y soñar con lo que me iba a deparar el futuro fue una experiencia surrealista. Creo que me quedé pillado», sigue diciendo.
A la hora del almuerzo, durante el descanso del Ferrari Corso Pilota Sport, celebrado en el Sport at Thermal Raceway (California), nos cuenta que desde entonces ha hecho todo tipo de películas, desde intelectuales hasta las de fantasía, incluida X-Men desde 2011 hasta 2019 (en el papel de Hank McCoy, alias la «Bestia»); Mad Max: Furia en la carretera; y películas biográficas literarias como Tolkien y Rebelde entre el centeno, en las que interpreta a los autores JRR Tolkien y JD Salinger. Decir que ha escapado al encasillamiento de Hollywood sería quedarnos cortos.
Actualmente, Hoult está protagonizando la serie televisiva The Great, en el papel del desafortunado Pedro de Rusia, junto a la actriz Elle Fanning, que interpreta a Catalina la Grande; esta serie regresará con su segunda temporada en 2021. En The Great es la segunda vez que Hoult trabaja con Tony McNamera, quien también escribió la película La favorita, ganadora de un Oscar y protagonizada también por Hoult.
Cuando le preguntamos si hay algún paralelismo entre interpretar y conducir, nos dice: «Mi carácter obsesivo me ayuda mucho con la interpretación. Cuando me estoy preparando un personaje, aprendiendo el papel, trabajando en un guión o haciendo tomas, intento buscar nuevas opciones que funcionen mejor y me ayuden a perfeccionar un momento de una escena, y ese proceso se parece en muchos aspectos a las preparación para las carreras», explica Hoult. «En el Ferrari Corso Pilota tienes un director y profesionales de primer nivel que te dan una magnífica formación en el tema de la tecnología para que puedas analizar tus datos telemétricos cada vez que te sales de la pista. Si los escuchas y sigues sus consejos, tus resultados como piloto mejoran mucho».
«Conducir el 812 Superfast y el F8 Tributo en carretera es maravilloso, pero llevarlos en el circuito para ver lo que pueden llegar a dar de sí sin límites, o mejor dicho, solo con los límites de tu propia habilidad, es lo mejor. Puedes verlo desde un nivel muy técnico en el que mejoras tus habilidades y te lo tomas todo muy en serio, pero también hay momentos en que aparece una sonrisa en la cara cuando escuchas el imponente rugido del motor y eso es algo verdaderamente insuperable».
¿Hasta qué punto le gustaría a Hoult seguir con el entrenamiento en el Corso Pilota? «¡Podría hacer esto todos los días y quedarme viviendo en la pista!», dice Hoult. «Me gustaría seguir progresando y pasar al nivel siguiente, incluso puede que llegue hasta el final para competir en el Ferrari Challenge». Teniendo en cuenta la trayectoria de su carrera profesional, nos atreveríamos a decir que Nicholas Hoult tiene por delante un futuro muy prometedor.