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Amortiguación de vanguardia

La revolucionaria tecnología de suspensión activa de Ferrari que debuta en el Purosangue mantiene el liderazgo de la marca en innovación
Texto: Chris Rees

Intenta imaginar que tomas tu curva favorita y notas que la carrocería apenas rueda o se mueve. Esta es la realidad del nuevo y revolucionario sistema de suspensión de Ferrari, cuya clave está en el nombre que se le ha dado en Maranello: tecnología de suspensión activa de Ferrari con sistema True Active Spool Valve (TASV) de Multimatic. La palabra crucial aquí es «activa», que describe cómo funciona la tecnología, pero que también podría aplicarse al planteamiento de innovación de Ferrari: siempre activa, siempre en busca de nuevas ideas. 

Con nada menos que tres flamantes patentes, la tecnología de suspensión activa de Ferrari es absolutamente nueva y hace su debut en el Purosangue, el Ferrari más cómodo y versátil jamás fabricado. 

Una tecnología innovadora significa que las curvas nunca han sido tan cómodas. O tan seguras

Alfredo Scifo, jefe de Ingeniería de Chasis de vehículos GT, no duda de su importancia. «En cuanto a la ingeniería del chasis, es el mayor salto tecnológico que Ferrari ha dado en los últimos diez años», afirma. 

A diferencia de los amortiguadores convencionales (que reaccionan de forma fija a la superficie de la carretera), los amortiguadores de la tecnología de suspensión activa de Ferrari pueden moverse de forma totalmente independiente de las fuerzas que actúan sobre ellos. El innovador sistema incluye un módulo de control del motor (MCM) situado dentro del amortiguador, una primicia mundial totalmente patentada. Cada una de las cuatro unidades amortiguadoras, una en cada ángulo, está equipada con un actuador inteligente que puede proporcionar fuerza a cada amortiguador de forma individual. 

Esta fuerza proviene de un motor eléctrico conectado a cada barra de amortiguación. Hay un sofisticado conjunto de sensores —acelerómetros de carrocería, acelerómetros de rueda, sensores de posición de rueda y sensores de velocidad de guiñada 6D— que proporcionan constantemente información para definir la fuerza que se precisa en el amortiguador. 

Francesca Mincigrucci, ingeniera de Dinámica de Vehículos encargada del desarrollo del software de control, comenta: «Tenemos otras dos patentes relacionadas con el software de lógica de control que permiten un rango infinito de ajuste. Ahora podemos controlar completamente la posición de cada rueda, podemos poner cada una donde queramos con un control absoluto».


El sistema activo interviene para equilibrar las fuerzas que actúan sobre los ejes delantero y trasero, individualmente. Esto permite cambios de equilibrio muy rápidos en cada sección de la esquina. Al entrar, la fuerza adicional en el eje trasero aumenta la aceleración lateral. A la salida, se aplica más fuerza al frente. ¿El resultado? Equilibrio, estabilidad y diversión

En lo tocante al confort de marcha, también se ha realizado una enorme cantidad de trabajo. «La tecnología activa se instala en la rueda, por lo que hay que gestionar la masa extra», explica Francesca. «Utilizar el módulo de control del motor para lograr el nivel adecuado de comodidad ha sido todo un desafío». El sistema funciona automáticamente, aunque el conductor puede elegir uno de los tres niveles de amortiguación diferentes con un manettino especial. 

La capacidad del Purosangue para hacer frente a carreteras difíciles supone un punto de partida completamente nuevo para Ferrari. Se realizaron muchas pruebas de durabilidad en superficies pavimentadas irregulares. Alfredo recuerda en particular un experimento que realizó el equipo: «Pusimos unos vasos de plástico en el techo y el control del movimiento de la carrocería de la suspensión activa los mantuvo estables. Al apagar el sistema, los vasos ya no se quedaban en el techo». 

Hubo muchos problemas de desarrollo. El motor electrónico se desarrolló enteramente desde cero e hizo falta un gran esfuerzo para diseñar una unidad compacta capaz de sostener fuerzas de hasta 6000 newtons por ángulo. El sofisticado sistema tiene su propia batería e incluso su propia refrigeración, y utiliza dos bombas (una por eje) alimentadas por un pequeño radiador. 


Los cuatro amortiguadores de suspensión activos pueden moverse de forma totalmente independiente entre sí y cada uno incluye su propio motor: una novedad mundial

Para minimizar el ruido y la vibración, en cada parte del amortiguador se eligieron con precisión los materiales adecuados, como engranajes de fundición esferoidales. Y la suspensión activa tuvo que integrarse con todos los demás sistemas activos, como el sistema de dirección en las cuatro ruedas 4RMS-evo. 

Otra característica fundamental de la tecnología de suspensión activa de Ferrari es que es completamente transferible a otros proyectos futuros de la marca. Francesca asegura: «Tiene mucho potencial. El software se puede calibrar fácilmente para lograr rendimientos distintos en vehículos diferentes. De hecho, nos ofrece infinitas posibilidades, algo que antes no era factible».