Vale, así que los Ferraris de Fórmula 1 no necesitan faros. Sin embargo, si conduces un deportivo de carretera, es vital poder ver con claridad el camino por delante, ya sea de día o de noche, independientemente de la meteorología. Y como en todos los aspectos tecnológicos, Ferrari siempre ha invertido el máximo esfuerzo en diseño, investigación y desarrollo para, literalmente, iluminar el camino por recorrer.
Desde el primer Ferrari, el 125 S de 1947, los ingenieros y los diseñadores de Maranello no han dejado nunca de innovar. Ya en 1953, los modelos deportivos de Ferrari, como el 500 Mondial y el 340 MM, llevaban faros cubiertos por razones de aerodinámica y protección. Muchos Ferraris de carretera siguieron su ejemplo, incluido el 250 GT California, con sus faros carenados de líneas suaves, y después el 365 GTB4 «Daytona», famoso por su panel frontal de plexiglás. (El «Daytona» alcanzó la misma fama en 1971 por pasar a faros retráctiles escamoteables a causa de la modificación de las normas estadounidenses).
La idea de los faros ocultos ya había sido pionera en un Ferrari en 1954, cuando Maranello construyó un 375 MM único para la célebre actriz sueca Ingrid Bergman. Los faros escamoteables aparecieron posteriormente en muchos modelos de Ferrari, desde el coche de exhibición 512 S Pininfarina Speciale de 1969 hasta el 512 TR, que salió de producción en 1994; su reemplazo, el 512 M, cambió a faros fijos. El Ferrari Daytona SP3 de la actualidad, cuyos faros están parcialmente ocultos por «párpados» móviles, ofrece un guiño a aquella era clásica de los carismáticos «pop-up».
Una novedad que ganó mucho terreno en la década de 1960 fue la idea de cuatro faros delanteros en lugar de dos. El primer Ferrari con luces «quad» fue el espléndido 330 GT 2+2 de 1964. A pesar de que este modelo pronto recuperó los faros simples, muchos otros modelos posteriores de Ferrari presentaron luces delanteras cuádruples, como el 365 GTC4 y 365 GT4 BB.
Una variación sorprendente sobre este tema fue el 330 P3 de 1966, cuyos faros cuádruples se apilaban verticalmente de manera espectacular. En el siglo XXI, los faros delanteros apilados en vertical reaparecieron como característica distintiva en modelos como el 458 Italia (2009), el FF (2011) y el LaFerrari de 2013.
Muchas innovaciones de Ferrari comienzan en la pista de carreras. Y así fue en 1962, cuando se probaron por primera vez unos faros «halógenos» de vapor de yodo en el sinuoso Ferrari 330 TR de Olivier Gendebien y Phil Hill. Desde entonces, la tecnología lumínica ha avanzado enormemente. Las bombillas de xenón de alta intensidad se adoptaron en el Ferrari 575M Maranello de 2002, mientras que los diodos emisores de luz (LED) llegaron con el 599 GTB Fiorano de 2006.
El California de 2008 disponía de faros adaptativos de nueva generación, que permitían que los ángulos del haz se ajustaran automáticamente en función del ángulo de dirección y de la velocidad y la aceleración lateral del automóvil, lo que ofrecía mayor iluminación en las curvas.
Más tarde la tecnología LED se impulsó aún más con el 2012 F12berlinetta. Los llamativos faros horizontales del SF90 Stradale supusieron el primer uso de Ferrari de faros LED matriciales. Esta tecnología de vanguardia puede detectar otros vehículos dentro del rango de luz del automóvil y, a continuación, apaga automáticamente el área del haz que de otro modo podría deslumbrar a los conductores. Este sistema funciona incluso con señales de tráfico reflectantes.
Perspicazmente, los ingenieros de Maranello se dieron cuenta de que el diseño de los faros se puede adaptar para contribuir en otros ámbitos. Por ejemplo, los diseñadores del F8 Tributo querían que los faros fueran lo más pequeños posible, por lo que adoptaron una nueva tecnología LED que les permitía ganar espacio sobre las luces para las tomas de aire de refrigeración de los frenos.
Este aspecto ha alcanzado nuevos niveles de sofisticación con el Purosangue de hoy: lo que parecen faros son en realidad tomas de aire gemelas alrededor de las luces de posición diurnas; los faros propiamente dichos están «ocultos» en la rejilla inferior.