Solo hay una forma de vivir la auténtica experiencia de conducir un Ferrari y es ponerse al volante de un modelo del Cavallino Rampante. Pero, obviamente, no todo el mundo tiene esa posibilidad.
Sin embargo, el mundo Ferrari va "más allá" de los coches. La reputación de la marca (en el mundo de la competición y los vehículos de carretera), su historia y la dedicación que sus diseñadores y mecánicos ponen en construir solo los mejores automóviles del mundo son valores que pueden compartirse con multitud de seguidores aunque no sean clientes de Ferrari. Y en ningún lugar es más fácil (y divertido) hacerlo que en Ferrari Land, un inmenso parque temático situado cerca de Barcelona, España.
Este parque de atracciones del Cavallino Rampante (no confundirlo con Ferrari World Abu Dhabi) forma parte de las instalaciones de PortAventura World en la Costa Dorada española.
Para hacernos una idea de las emociones y atracciones que esperan allí a los fans de Maranello, seguimos a un grupo de amigos en un viaje que los llevó desde Barcelona hasta Ferrari Land PortAventura a bordo de un gran turismo lleno de espacio, un GTC4Lusso.
Al llegar, la primera duda fue cuál de las tres áreas explorar primero: "Ferrari Experience", las atracciones o las tiendas.
Como su nombre indica, Ferrari Experience ofrece un viaje interactivo por la historia de la Scuderia. Uno de sus principales atractivos es Racing Legends, una sala de proyección en forma de cúpula donde se reproduce la sensación de participar en una carrera de F1.
Luego están, por supuesto, las atracciones, entre ellas Red Force que, con 112 metros de altura, es la montaña rusa más alta y rápida de Europa (ofrece una aceleración de 0 a 180 km/h en cinco segundos). También hay una torre de caída libre y un "circuito de carreras" de 570 metros donde los visitantes pueden competir entre sí conduciendo Ferraris en miniatura. Y aquellos que quieran vivir la experiencia de la F1 con más realismo, pueden ponerse al volante de un simulador o participar con los amigos en un simulacro de parada en boxes. Al final del día, una parada en las tiendas es la mejor manera de llevarse a casa los recuerdos de la jornada en forma de souvenir.