A rienda suelta por las mismas carreteras en las que compitió (y ganó) el primer deportivo Ferrari con motor central, el F8 Spider es un magnífico compañero para recorrer un capítulo trascendental de la historia del Cavallino.
Olivier Gendebien (con el mono blanco de competición) sube al Ferrari 246 SP tras felicitar a su compañero de equipo Wolfgang von Trips (sentado) por la victoria de ambos en la Targa Florio de 1961
Una serie incesante de curvas que se abren paso a través de las montañas de las Madonie (Sicilia) conforma cada una de las vueltas de 72 km del recorrido de la Targa Florio de 1961. Hoy en días, estas carreteras apenas han cambiado y siguen siendo igual de placenteras.