Los
coches que a Enzo Ferrari le encantaba conducir
Como es bien sabido, Enzo Ferrari solía probar personalmente todos los coches que se fabricaban en Maranello, pero no todos entraban a formar parte de su vida diaria. Para sus desplazamientos diarios, le gustaban especialmente los coches de cuatro plazas por su combinación de comodidad y deportividad, y solía llevar en ellos a sus ilustres visitas.
Su pasión por estos coches comenzó con el Ferrari 250 GT 2+2 de 1960 y continuó el resto de su vida con el 400 GTi, el 412 y, por último, el Ferrari 456 GT, coche que aprobó personalmente en 1988.
Incluso cuando decidió contratar a un chófer en 1969, esta persona solía ser el pasajero y compañero de viaje de un hombre que siempre se sintió piloto.