El restaurante Cavallino, una antigua granja y su establo anexo, era sencillo y rústico, con sillas de madera de respaldo alto, mesas cuadradas, vigas de madera a la vista y paredes encaladas
Enzo Ferrari (esquina trasera) cenando en el Ristorante Cavallino, en 1966, con sus compañeros. Una cena organizada para agradecer al equipo la extraordinaria labor realizada de cara a la carrera de los 1000 km de Nürburgring.
De izquierda a derecha, empezando por Enzo Ferrari:
Ing. Giancarlo Bussi (responsable de las pruebas de los motores), Walter Salvarani (responsable de la caja de cambios), Giulio Borsari (jefe de mecánicos) y Franco Gozzi, parcialmente oculto, (jefe del gabinete de prensa)
La colaboración entre el chef Massimo Bottura y la arquitecta India Mahdavi ha devuelto la modernidad a la trattoria y le ha infundido una nueva identidad
El restaurante Cavallino presenta la tradición italiana desde una perspectiva contemporánea más que nostálgica; aquí el Cotechino alla Rossini se corona con una trufa mineral y una salsa de cereza negra de Módena para endulzar el paladar