Fue un año emocionante y trágico, un año de victorias y de muerte, un año en el que salieron a luz verdades ocultas durante mucho tiempo y se sentaron las bases de la Ferrari del futuro. Obviamente, para poder encajar temas tan diversos y complejos en una película de poco más de dos horas, había que forzar un poco las cosas. Pero también es cierto que algunos momentos, que pueden parecer increíbles al espectador, son fieles a la realidad. Uno sale del cine preguntándose, por ejemplo, hasta qué punto Enzo era un cínico o qué relación tenía verdaderamente con los pilotos, clientes y colaboradores.
Nosotros somos unos privilegiados y hemos podido preguntar «la verdad» a alguien que no solo colaboró en el guion, sino que conoce Ferrari más y mejor que nadie, y que también fue protagonista de su historia.
Piero Ferrari, el hijo de Enzo Ferrari.
Quien, en esta entrevista en vídeo, nos cuenta el entre bastidores y las pequeñas licencias poéticas de la película. Como cuando un niño de 12 años le pide un autógrafo a su padre.