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El nuevo lenguaje de diseño de Ferrari

28 aprile 2020

Chris Rees

Del SF90 Stradale al Ferrari Roma, un lenguaje de diseño radicalmente nuevo made in Maranello


Desde que Ferrari estableció su propio departamento de diseño en 2010, la forma de concebir los vehículos en Maranello ha evolucionado por caminos nuevos y muy diferentes. 

Esta evolución alcanzó la mayoría de edad en 2019, con el lanzamiento de cinco modelos nuevos que preconizaban una nueva era caracterizada por un nuevo lenguaje en el diseño. Como ocurre con el lenguaje hablado, el lenguaje de diseño de Ferrari posee muchos dialectos que transmiten el carácter polifacético de su gama de modelos. El denominador común es una fuerza expresiva que refleja una auténtica simbiosis entre los equipos de diseño e ingeniería.

En palabras de Flavio Manzoni, máximo responsable del área de Diseño: “Una de las razones por las que se creó el Centro Stile fue para poder trabajar con un alto nivel de sinergia con los ingenieros, para combinar arte y ciencia. Existe un vínculo muy estrecho entre forma y contenido, entre la superficie externa y los componentes internos. Quizás solo los expertos puedan apreciar realmente hasta qué punto han llegado a interconectarse la forma y la función”.

El primero de los cinco modelos presentados durante 2019 fue el F8 Tributo, del que nos habla el jefe del equipo de diseño, Carlo Palazzani: “Las formas del F8 Tributo son bastante transgresoras para un Ferrari berlinetta; es el look más radical que se ha creado jamás para este tipo de vehículos. Representa un puente hacia un nuevo lenguaje de diseño en Ferrari”.

Aquello que se vislumbraba en el F8 Tributo pronto se convirtió en una realidad palpable con la llegada del SF90 Stradale de Ferrari, un coche que inauguraba una nueva era y cambiaba las reglas relativas a las proporciones de los deportivos berlinetta con motor central trasero. 

“El diseño se sitúa entre un coche de carreras y una nave espacial”, señala Flavio Manzoni. “El habitáculo tiene una pequeña sección frontal similar a la de la cabina de un avión, de manera que parece estar desplazado hacia adelante. Esto ayuda a generar gran cantidad de tensión entre la parte delantera y trasera, lo que crea un efecto de tirachinas”.

Esta imagen del habitáculo adelantado del SF90 Stradale podría tener también un significado simbólico: el de un diseño futurista e innovador. Transmite con precisión la misión del vehículo como superdeportivo extremo, donde se anteponen las prestaciones y la tecnología. 
 
Una de las áreas donde se crea más sinergia entre diseño y prestaciones es la aerodinámica. Por ejemplo, el F8 Tributo, incorpora dos "canales" frontales que, no solo conducen el aire para refrigerar los frenos, sino que constituyen un importante elemento de diseño que se replica en las tomas de aire laterales del bastidor. 

Naturalmente, es imprescindible que cada modelo nuevo tenga el sello distintivo de Ferrari. Aunque los últimos diseños están claramente inspirados en los iconos clásicos de Maranello, el concepto final nos conduce decididamente al futuro. 

El diseño de la parte trasera del SF90 Stradale es un claro ejemplo de ello, afirma Manzoni: “Los pilares traseros flotantes son un elemento característico de Ferrari que ya aparece en el 330 P4, por ejemplo, pero aquí ofrecen una interpretación absolutamente futurista”.

Las luces alumbran también una nueva visión del diseño. Por ejemplo, la tecnología LED del F8 Tributo permite reducir considerablemente el tamaño de la óptica, lo que deja espacio para incorporar tomas de aire de ventilación encima de los faros. Los faros del SF90 Stradale se alejan radicalmente de la forma en L para adoptar un diseño horizontal afilado, más estilizado, mientras que las luces traseras abandonan la forma circular y se achatan en la parte superior e inferior, lo que les confiere un look muy agresivo.

El diseño es tan importante por dentro como por fuera del vehículo. En el SF90 Stradale, una filosofía heredada de los circuitos de carreras, “la vista en la carretera y las manos en el volante”, influye considerablemente en el interior. Por ejemplo, el cuadro de instrumentos digital es una pantalla curva de 16" totalmente configurable desde el volante, que incorpora una novedosa pantalla táctil. 

El último coche presentado por Ferrari en 2019 es el Roma, con un diseño muy distinto inspirado en la época dorada de la "dolce vita" italiana de los años 60, que tuvo como epicentro la ciudad de Roma.

El Roma enfatiza el minimalismo para ofrecer una imagen ultramoderna que Flavio Manzoni describe así: “El capó alargado y la pequeña luneta envolvente, adaptada a las formas coupé, recuerdan el lenguaje de diseño de los sesenta, pero no es un vehículo nostálgico en absoluto. Es extremadamente moderno: representa el espíritu de los 60 en un diseño contemporáneo”.

Matteo De Petris, director de Diseño Avanzado, añade: “Trabajamos durante mucho tiempo en los volúmenes del habitáculo para conseguir unas líneas aún más esbeltas en las que destacan las prominentes líneas del morro de tiburón y el pilar A ligeramente tumbado”.

Esa sensación de elegancia y pureza de formas se prolonga hasta el habitáculo, como explica Fabio Massari, diseñador jefe del interior: “Al abrir la puerta, encuentras un habitáculo dividido en dos espacios casi simétricos, dos células de seguridad que envuelven al conductor y el pasajero”.

El Roma se sitúa en un extremo del abanico de diseños, mientras que el SF90 Stradale ocupa justo el extremo opuesto. Semejante contraste demuestra con absoluta claridad cómo el nuevo lenguaje de diseño de Ferrari está evolucionando en direcciones muy diferentes, sugerentes e innovadoras.