Una leyenda imperecedera
Texto: Jason Barlow
¿Es posible que hayan pasado 50 años desde el debut del 330 P3, uno de los Ferrari de carreras más venerados de todos los tiempos?
1966. Sin duda fue uno de esos años inexplicablemente especiales. Para los aficionados al fútbol —al menos para los ingleses—siempre evocará la única victoria de Inglaterra en la Copa del Mundo. Para los aficionados a la música, Brian Wilson imprimió un giro en los Beach Boys con el álbum Pet Sounds que era mucho más trascendental, y los Beatles lanzaron Revolver. Los aficionados al motor, por su parte, a menudo se refieren a mediados de la década de 1960 como los tiempos felices del automovilismo, y una época en la que los coches de carreras no competían exclusivamente en Fórmula Uno, que terminó eclipsando a todas las demás.
El dominio de Ferrari en esta época contribuye a alimentar esta historia, y el 330 P3 —como el P2 que le precedió y el P4 que le seguiría— están ahora en la mismísima cumbre del olimpo del Cavallino Rampante. Al igual que ocurrió con la música, hubo una fortuita y afortunada combinación de factores. Aunque cualquiera que haya visto un P3 o un P4 en directo, o mejor aún, haya oído su motor, podrá dar confirmar su atractivo con independencia del contexto.
Por otra parte, la historia de fondo es tan buena que ha captado incluso el interés de Hollywood (Brad Pitt estuvo este año en Le Mans investigando para un próximo proyecto). Enzo Ferrari estuvo rondando a Henry Ford II para venderle la empresa pero las negociaciones terminaron con el rotundo rechazo de Ferrari. La reacción de Ford fue crear un programa de carreras con el único objetivo de derrotar a Ferrari en su propia carrera. En ese momento, Ford carecía por completo de experiencia en los Mundiales de carreras, mientras que en 1965 Ferrari ya había ganado Le Mans nueve veces. El resultado fue el GT40, uno de los coches de carreras más famosos de todos los tiempos y el contrincante del 330 P, el protagonista de Ferrari. La batalla estaba servida.
El Ferrari fue y sigue siendo un coche de competición con una perfección estética casi imposible. Una evolución del P2, el P3 consiguió ser más agresivo sin perder la sensualidad voluptuosa de su forma esencial. Era más ligero que su predecesor, llevaba un chasis tubular y depósito de fibra de vidrio. También se utilizó fibra de vidrio en las puertas, reemplazando al aluminio, y se introdujo el sistema de inyección Lucas en lugar de los seis carburadores Weber del P2.
El P3 era un coche sorprendentemente bajo, en el que era difícil entrar y con poca visibilidad porque el asiento se bajó en la cabina y se montó en el centro para obtener la mejor posición de conducción.
También aumentó el ancho de vía para ganar estabilidad y la caja de cambios ZF de cinco velocidades, más fácil de usar, reemplazó a la caja de cambios utilizada anteriormente en los Ferraris de carrera con motor central. En el corazón del P3 se implantó un V12 de 4,0 litros, derivado del F1 de 3,0 litros, con una entrega de potencia de hasta 420CV a 8.200 rpm (con lo que se logró una extraordinaria relación peso-potencia con un vehículo que pesaba sólo 851kg).
No es solo uno de los Ferraris con mejor sonido, es una de las piezas más sonoras de cualquier tipo de maquinaria. Además, es toda una máquina de carreras: odia el ralentí y es verdaderamente único una vez que está en su ritmo desde las 5.000 rpm en adelante.
Solamente se fabricaron tres330 P3. La carrera de Le Mans de 1966 no fue muy favorable para el Cavallino Rampante. De hecho, marcó el comienzo de un período en el que Ford se impuso durante cuatro años. Ferrari ganó las carreras de 1.000 kilómetros de Monza y la de Spa, con los pilotos Mike Parkes, John Surtees, y Ludovico Scarfiotti. El estatus casi mítico de este coche se debe en parte al hecho de que los coches originales fueron posteriormente convertidos a las versiones P4 y 412P.
1967 fue, sin duda, otro gran año. Entre otras cosas porque Ferrari se vengó de Ford en el terreno de la empresa estadounidense al imponerse por todo lo alto en las 24 horas de Daytona: conquistó el 1º, el 2º y el 3er puesto. Pero esa es otra historia.