Tomas Cabrerizo, empresario inmobiliario de Miami, cuenta que la idea de su padre y suya era centrar su colección del Cavallino Rampante —que incluye piezas icónicas como el F40 Competizione, el prototipo deportivo 333 SP y un FXX Evo — en modelos de edición limitada y, más recientemente, de carreras. Su espacio sirve tanto de galería como de lugar donde la familia se reúne y disfruta de comidas en la azotea cocinadas por su cocinero particular