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CÓMO SE CONSTRUYE UN ICONO

14 febbraio 2020

Artesanía, pasión y una atención obsesiva por los detalles: estos son los principales ingredientes del proceso de producción del Ferrari Monza SP2 y su "gemelo", el monoplaza Monza SP1, los primeros modelos de una nueva estirpe: la serie especial Icona del Cavallino Rampante. El automóvil, que reinterpreta en clave contemporánea las legendarias barquetas de competición de la Casa de Maranello que llegaron a dominar el Campeonato Mundial de Sport Prototipos de los años 50, se monta en una sección especial de la línea de producción de los modelos V12 denominada LSS (Linea Serie Speciali), creada para dar vida a los coches de edición limitada actuales y futuros de la marca del Cavallino. 

Aquí, el incomparable patrimonio de conocimientos acumulado durante más de 70 años de historia de Ferrari, la reconocida habilidad de sus trabajadores y un equipamiento tecnológico de vanguardia garantizado por la constante inversión en investigación y desarrollo de la marca se funden para crear un coche único y excepcional en cada componente. Un vehículo en el que la ausencia de techo ha permitido diseñar líneas únicas e inimaginables para un spider tradicional. Entre los detalles más emocionantes del Ferrari Monza destacan unas puertas amplias que se abren hacia arriba y la dirección de apertura del capó, que subraya aún más el poderoso V12 montado en su interior. El bastidor del Ferrari Monza SP2 está fabricado enteramente de fibra de carbono, al igual que diversos elementos del interior. Además, puede presumir de tener la mejor relación peso/potencia de su categoría, algo excepcional para un modelo tipo barqueta y un motor V12 de 810 CV capaz de alcanzar 100 km/h en 2,9 segundos y 200 km/h en 7,9 segundos.