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20 dic 2022Magazine, Cars

CUATRO, POR AMOR AL ARTE

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CUATRO, POR AMOR AL ARTE

Cuatro puertas, cuatro plazas: el Purosangue es un Ferrari totalmente nuevo para experiencias totalmente nuevas

Texto: Chris Rees

Fotos: Alex Howe

Revolucionario: una palabra que se ha utilizado muchas veces en los 75 años de historia de Ferrari. Sin embargo, pocas veces ha confluido en un solo coche un conjunto tan abundante de ideas revolucionarias. 

Ferrari nunca ha producido un coche como este, pero eso es algo que también está en consonancia con el espíritu pionero e innovador de Maranello, como explica Enrico Galliera, director comercial y de Marketing: «Nos gusta ser imprevisibles. Por supuesto, Ferrari ha producido muchos modelos 2+2 en su historia pero, hablando con nuestros clientes, estaba claro que había una demanda sin explotar de un vehículo con espacio para cuatro adultos y entrada más fácil a los asientos traseros».

El ADN de Ferrari se incorporó en el diseño desde el primer día, y eso, dice Galliera, explica el nombre: «Purosangue fue originalmente el nombre en clave que le dimos al proyecto para que todos los participantes pensaran en él como algo 100 % Ferrari. El concepto encaja perfectamente con el Cavallino Rampante como pura sangre».





El nuevo tablero crea la impresión de dos cabinas, con la del pasajero delantero reflejando la del conductor de una manera totalmente envolvente




Esa integración del ADN empieza en el diseño, sin duda uno de los retos más difíciles a los que se enfrentó el equipo de diseño del Centro Stile de Ferrari, que dirige Flavio Manzoni. «Para nosotros era muy importante diseñar ante todo un Ferrari», asegura. «La idea era crear una carrocería muy ágil, muy musculosa y muy dinámica, pero con cuatro puertas y mayor distancia al suelo».

El Purosangue no solo es el primer Ferrari de cuatro puertas de la historia, sino que también es el primero en contar con puertas traseras de apertura inversa que se abren como brazos, invitando a entrar. El innegable efecto sorpresa de lo que Ferrari llama «puertas de bienvenida» no puede distraer de su característica maravillosamente racional: permiten entrar y salir con suma facilidad. Otro aspecto ingenioso es que el Purosangue parece un coupé de dos puertas, un rasgo que se ve acentuado por la ocultación de los botones de las puertas traseras en la línea de cintura.

Al pasar al interior, se aprecia al instante una amplitud sin precedentes. El salpicadero es muy innovador: básicamente dos habitáculos en uno. No hay pantalla central, sino una segunda pantalla en el lado del pasajero que refleja perfectamente la del conductor, lo que involucra de verdad al acompañante delantero en la experiencia de conducción. También se aprecia cómo el diseño escultural refuerza la sensación de coche deportivo, con un fuerte efecto envolvente que parece abrazarte.




Por primera vez en Ferrari, el Purosangue tiene cuatro puertas, con las puertas traseras con bisagras traseras para permitir un acceso más fácil para los pasajeros a los asientos traseros reclinables eléctricamente




El Purosangue puede alojar a cuatro adultos —incluso de gran altura— con total comodidad. Se ha dedicado un enorme esfuerzo al diseño de los asientos, que son esbeltos pero increíblemente cómodos, totalmente calefactados y regulados eléctricamente, con elegantes acabados metálicos que recuerdan a los clásicos Ferraris de los años 60. En el maletero también caben hasta las maletas más voluminosas, una capacidad que puede aumentarse aún más gracias a los asientos traseros abatibles individualmente.

Para propulsar el Purosangue, Ferrari ha elegido su emblemático motor V12 atmosférico. Como explica Galliera: «El V12 es el que mejor representa el legado y la tecnología de Ferrari, y convence plenamente a nuestros principales clientes, a quienes les encanta». 




La arquitectura es puramente Ferrari: desde la unidad de potencia montada en la parte delantera central hasta el extremadamente potente V12, pasando por su caja de cambios transaxle y la distribución ideal del peso




Optimizado específicamente para el Purosangue, viene de serie con una potencia de 725 CV, mientras que el 80 % del par máximo está disponible desde revoluciones tan bajas como 2000 rpm. Las revoluciones máximas de 8250 rpm son garantía de una banda sonora única, atractiva e icónica, así como, por supuesto, de un rendimiento excepcional: de 0 a 100 km/h en 3,3 segundos y de 0 a 200 km/h en 10,6.

Como en todos los Ferraris, el motor está situado en el centro —en este caso, en la parte delantera— y la caja de cambios, de doble embrague y ocho velocidades, está montada en la parte trasera, lo que da lugar a una distribución óptima de peso 49/51 entre la parte delantera y la trasera. Los materiales de alto rendimiento no solo reducen el peso al mínimo, sino que lo mantienen bajo; por ejemplo, el techo de fibra de carbono de serie baja el centro de gravedad del coche.





Incluso los pasajeros altos pueden sentarse en la parte trasera del Purosangue con total comodidad




La altura de la carrocería, que se puede subir y bajar gracias a la nueva tecnología de suspensión activa de Ferrari, también permite que el coche se adapte a todo tipo de superficies y condiciones. 

Ahora bien, como señala Enrico Galliera, el principal hábitat del Purosangue son las carreteras regulares. «Su ADN es el rendimiento, no el rally París-Dakar. Sí, se comporta bien en arena, barro o nieve, pero realmente está diseñado para ofrecer diversión al volante en carretera. Se puede utilizar todos los días, en cualquier situación. Con su increíble versatilidad, es el coche de preferencia para ir a esquiar a Cortina o a San Moritz, para ir al campo o a la playa. Incluso los viajes más largos son extremadamente cómodos para cuatro personas».





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