Pasión

Nacidos para la velocidad, renacidos para la belleza

La nueva gama de coleccionables de Ferrari, protagonista de la Semana del Diseño de Milán, muestra la belleza de la ingeniería de altas prestaciones
Texto: Jason Barlow

El coleccionismo es una forma de obsesión. Ya se trate de discos de vinilo clásicos, zapatillas vintage o primeras ediciones de libros, el afán «completista» puede triunfar sobre el sentido común. Sin embargo, para los esclavos de su poder, también es enormemente satisfactorio. 

Los coleccionistas de Ferrari se cuentan entre los más apasionados, algo fácil de entender dada la historia de esfuerzo humano, ingeniería extraordinaria y éxito automovilístico de la firma. Por tanto, no es de extrañar que en todo el mundo haya gente entregada que quiera hacerse con un ejemplar. Cada componente de Ferrari, por grande o pequeño que sea, desempeña un papel fundamental en la historia de un coche, ya sea un Ferrari de carreras o un elegante sports car. La nueva gama de coleccionables de Ferrari, uno de los platos fuertes de la Semana del Diseño de Milán de este año, aprovecha esta idea de forma espectacular con una ingeniería nacida originalmente para la velocidad y renacida ahora para la belleza.


Mira el vídeo para explorar la nueva gama de Coleccionables de Ferrari

Aunque ya hace tiempo que se pueden adquirir varias piezas de coches de carreras de Ferrari retirados del servicio, un equipo especializado del Centro Stile de la empresa se ha puesto manos a la obra para reformularlas. El objetivo es maximizar sus cualidades esculturales e insuflarles nueva vida, misión que se ha cumplido utilizando aluminio y metacrilato para sostenerlos como objetos. 

«El uso de materiales y elementos estructurales transparentes confiere un efecto de suspensión y ligereza al objeto en cuestión», explica Flavio Manzoni, jefe de Diseño de Ferrari. «Esto permite contemplarlo en la esencia de su forma. Este enfoque concuerda con nuestra forma de trabajar en el diseño de automóviles, donde tendemos a sustraer, no a añadir lo superfluo». 

Manzoni y su equipo están tan influidos por los diseñadores de producto e industriales como cualquiera de los grandes diseñadores de automóviles y a menudo ponen en juego sus conocimientos y su eclecticismo en nuevos modelos de Ferrari. Pero en la gama de coleccionables de Ferrari, el trabajo del diseñador japonés Shiro Kuramata ha tenido un impacto específico: su noción de «desmaterialización» consiste en dar la misma importancia a la idea y al objeto físico. 


Desde motores ganadores de campeonatos hasta pistones y cigüeñales, Ferrari Collectibles celebra la belleza de las obras maestras de la ingeniería

Entre los objetos expuestos en Milán se encuentran un motor tipo 048B que originalmente propulsó al F399, el coche que llevó a Ferrari a conseguir un largamente esperado título de constructores en el Campeonato del Mundo de Fórmula 1 de 1999, un V12 de 6,3 litros que se utilizó en un prototipo del revolucionario LaFerrari. Lo acompañan un árbol de levas del F2003-GA, un componente del coche de Fórmula 1 con el que Michael Schumacher ganó el Campeonato del Mundo de Fórmula 1 de aquel año y un tubo de escape del F60 con el que Kimi Räikkönen compitió en el Campeonato del Mundo de Fórmula 1 de 2009. 

Poseer un Ferrari es poseer un fragmento del espíritu de Ferrari, un recordatorio eterno del rendimiento, la belleza y la búsqueda incesante de la perfección.