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Un 328 GTS "a estrenar"

17 dicembre 2019

Richard Aucock

Un clásico de Ferrari que nunca se condujo; ni siquiera se matriculó. Esta es su historia


No hay otra forma de describirlo: a pesar de sus 30 años, este Ferrari está espléndido. Su pintura tiene un lustre magnífico e irradia un brillo iridiscente. Verlo sobre el asfalto por primera vez es casi como contemplar una hiperrealidad: es el mismo perfil del spider 328 GTS que tanto conocemos y queremos, pero en un estado de perfección sin precedentes.

¿Por qué está tan impecable? Porque, en sus 30 años de historia, nunca se ha matriculado, nunca se ha conducido en carretera y nunca ha estado expuesto a los elementos. Ha pasado la vida a cubierto, protegido y oculto a la vista del mundo. Solo ahora, tres décadas después de salir de la línea de montaje de Maranello, se presenta en público para mostrar su belleza inmaculada.

Para contar la historia de este Ferrari único, tenemos que remontarnos a finales de los años 80 del siglo pasado, un momento en el que había una fuerte demanda de superdeportivos de tipo Ferrari. El propietario original compró el 328 GTS en el concesionario SA.MO.CAR S.p.a de Roma y, casi inmediatamente, lo vendió prácticamente por el doble de lo que había pagado por él. Después de gastar una suma tan desorbitada en su nuevo Ferrari, a su segundo propietario le dio miedo usarlo. En lugar de matricularlo y sacarlo a la carretera, optó por guardarlo en un centro de almacenamiento profesional para preservar este asombroso modelo en las mismas condiciones en las que se lo habían entregado.

Casi 25 años después, se designó al concesionario de Ferrari en Roma para volver a poner a punto el 328 GTS antes de venderlo al que sería su tercer propietario para formar parte de un gran colección privada. Y ahora, como llegado de un viaje en el tiempo, este virginal Ferrari vuelve a estar a la venta con todos los adhesivos originales pegados a la llanta delantera del lado del conductor, los plásticos de protección en la entrada, los neumáticos Goodyear originales, un kit de herramientas, las luces de repuesto y la linterna sin utilizar, y la cubierta de la capota dentro de una bolsa roja con el logotipo del Cavallino Rampante.

Una imagen digna de ver. Este 328 GTS es un regalo para los sentidos, desde el tirador metálico de la puerta, que se abre con un clic firme y preciso, hasta el maravilloso olor del cuero recién estrenado que reviste su interior. Los asientos, en los que no se ha sentado nadie, están impolutos. El volante de cuero conserva intacto su acabado mate. Las alfombrillas, de pelo largo, son suaves y mullidas. Cada conmutador, botón y mando está tan perfecto como cuando dejó la fábrica hace más de tres décadas. ¿El cuentakilómetros? Marca solo 456 kilómetros. Este Ferrari es una máquina del tiempo.

El 328 GTS fue un modelo popular que los propietarios actuales siguen utilizando con cariño y entusiasmo. Es difícil no sentirse fascinado por la imagen de este vehículo, un raro ejemplar de 328 GTS para el que el tiempo se detuvo hace tres décadas. Lo que ocurra con él ahora dependerá de su próximo propietario. Es un objeto tan hermoso, que nos preguntamos si ha trascendido la esfera del automovilismo para convertirse en una auténtica obra de arte digna de descansar en un museo. El tiempo dirá qué reserva para los próximos 30 años de la vida de este Ferrari.

 

17 dicembre, 2019