El motor mantiene la arquitectura que ha cosechado el éxito de los últimos
motores atmosféricos de 12 cilindros del Cavallino Rampante, es decir, 65° entre
las bancadas de cilindros, 6.5 litros de cilindrada, cárter seco e inyección
directa a alta presión. Para garantizar la máxima eficacia, se han rediseñado
las masas giratorias. Además del cigüeñal de acero nitrurado con su carrera
ampliada, se ha optimizado tanto el diseño de los canales de lubricación
internos, para garantizar un mejor suministro a los cojinetes del cigüeñal,
como los espacios libres de los acoplamientos, con el fin de mejorar el consumo
de combustible.