El nuevo chasis con techo de fibra de carbono se caracteriza por la apertura hacia arriba de las puertas traseras que facilita la entrada y salida de los ocupantes y mantiene el Ferrari Purosangue compacto. En el interior hay espacio para cuatro grandes asientos calefactados con mandos eléctricos, capaces de alojar cómodamente a otros tantos adultos. El maletero, el más grande jamás ofrecido en un Ferrari, puede hacerse aún más espacioso reclinando los asientos traseros. El Ferrari Purosangue adopta una posición de conducción más elevada que la de los demás Ferrari donde, sin embargo, la configuración ergonómica es la misma que la del resto de la gama, de modo que el conductor se siente en relación directa con el chasis, condición necesaria para una conexión óptima con las cualidades dinámicas del coche.
COMO NINGUN OTRO
La disposición y las proporciones del Ferrari Purosangue son completamente diferentes de los arquetipos dominantes en GTs modernos comunes (crossovers y SUV) donde la distribución del peso de estos coches, con el motor en una posición muy adelantada y la caja de cambios adyacente, no permite una dinámica de conducción acorde con los estándares del Cavallino Rampante. En su lugar, el Ferrari Purosangue propone una arquitectura transaxle o transeje, típica de los coches deportivos, con el motor en una posición media delantera y la caja de cambios en la parte trasera, además de una PTU conectada delante del motor para una transmisión 4x4 sin precedentes. De este modo, el Ferrari Purosangue alcanza el reparto de pesos que los ingenieros de Maranello consideran óptimo para los deportivos con motor delantero central, es decir, 49:51.