Heredero del 342 America, sólo se hicieron 12 unidades carrozadas por Pininfarina y con un excelente motor V12 de Lampredi. La soberbia mecánica y las elegantes líneas de Pininfarina lo convirtieron en un coche extremadamente deseado, a pesar de lo caro que era. Con respecto a su rendimiento, resultaba imbatible, aun reconociendo que Ferrari tenía pocos rivales en ese nivel. De la docena de unidades que salieron de producción, destaca el cabriolet biplaza creado por Pininfarina para el Rey Leopoldo de Bélgica.
El modelo 375 America se presentó por primera vez en el Salón del Automóvil de París de 1953, en configuración coupé de tres ventanillas y con acabado en pintura bitono, con un diseño de Pininfarina que era una evolución refinada del 212 Inter de 1952-53 creado por el mismo carrocero. Utilizaba prácticamente el mismo chasis de 2.800 mm de distancia entre ejes del 250 Europa, con una numeración similar en la típica secuencia impar de modelos de carretera, añadiendo una terminación “AL” (America Lungo).
El chasis del 375 America tenía la referencia de fábrica 104, mientras que los 250 Europa tenían la 103, y eran los chasis de mayor distancia entre ejes fabricados por Ferrari hasta la fecha. Los componentes mecánicos, aparte del motor, eran idénticos a los del 250 Europa y, como en éste, la mayoría de las carrocerías eran coupés diseñados por Pininfarina, de cinco o tres ventanillas.
Tres ejemplares montaban carrocería coupé de Vignale, que también hizo un único cabriolet. La última unidad fabricada fue un coupé muy especial hecho por Pininfarina, con parabrisas envolvente, parrilla del radiador vertical y un montante posterior que iba desde el techo hasta el panel de cola. Fue construido para Gianni Agnelli, presidente de Fiat, y estuvo expuesto en el Salón de Turín de 1954.
El motor era una evolución del V12 de bloque largo diseñado por Lampredi, con una cilindrada de 4.522 cc y un diámetro por carrera de 84 x 68 mm, alimentado por una bancada de tres carburadores de doble cuerpo Weber 40 DCZ o DCF. Llevaba encendido de doble bobina con distribuidor y tenía una potencia de 300 CV. El motor iba acoplado a una caja de cambios de cuatro marchas, todas sincronizadas, que enviaba la potencia a través de un árbol de transmisión al eje rígido trasero, para el que había disponibles distintas relaciones finales, dependiendo de si el cliente prefería una aceleración fulgurante o una relajante velocidad de crucero elevada. La distancia entre ejes tan larga de este coche fue el resultado de utilizar un motor de bloque largo, junto con el deseo de proporcionar un habitáculo espacioso. Otro factor que influyó fue la intención de Pininfarina de dotar a los modelos de Ferrari de un aspecto inmediatamente reconocible. Para el carrocero turinés era un paso adelante en la uniformidad del diseño y también una oportunidad de probar y optimizar los métodos de producción en serie: fruto de ello nacieron unas carrocerías y chasis similares para los 250 Europa y los 375 America. No obstante, no se obtuvo la uniformidad de estilos completa, ya que incluso entre los coupés de serie de Pininfarina se podían apreciar diferencias de detalle. Aparte de en los ya mencionados tratamientos de las áreas acristaladas, había diferencias en los distintos acabados brillantes de la carrocería, como el borde de la parrilla del radiador, que podía ser liso o con anillos cromados de distintos diámetros. Además, se hacían cambios en detalles específicos para satisfacer las exigencias de cada cliente.
Se construyeron un total de diez 375 America, con números de chasis comprendidos entre el 0293 AL y el 0355 AL. Dos 250 Europa fueron posteriormente equipados con el motor de mayor cilindrada del 375 America. Visualmente no hay nada que diferencie los dos modelos: para distinguirlos hay que comprobar la placa del chasis o el tamaño de los carburadores, que eran Weber 36 DCZ en el 250 Europa y 40 DCZ en el 375 America.