Diseñado para la Mille Miglia de 1956 y como sustituto del 860 Monza, el 290 MM estaba equipado con un motor V12 de doble encendido y cárter seco, derivado del 4.5 litros de Gran Premio. Aunque por la tipología del motor se podía considerar de la escuela Lampredi, las dimensiones del diámetro y carrera hacían pensar más en un V12 de Colombo. El coche alcanzó el éxito de inmediato. Castellotti consiguió el primer puesto en las Mille Miglia, seguido de dos 860 Monza pilotados por Collins y Musso, y cuarto fue otro 290 MM con Fangio al volante.