Presentado en el Salón del Automóvil de París, en octubre de 1963, fue la versión berlinetta del prototipo 250 P, con el que compartía chasis y mecánica, salvo en mínimas modificaciones. La FIA rechazó su homologación como GT, lo que afectó negativamente a su potencial de ventas, pues la decisión obligó a que el vehículo compitiera con los auténticos prototipos, mermando así sus opciones de victoria. Por contra, eso alargó la vida del 250 GTO en las competiciones de circuito.