Marco Della Cava
El verano pasado, Adam Levine, solista de Maroon 5, ofreció una actuación online junto a un reluciente Ferrari Roma desde su casa de Los Ángeles. El coche se subastará a finales de octubre como parte de un proyecto de recaudación de fondos promovido por el Cavallino Rampante en apoyo de la ONG Save the Children
La vida de Adam Levine, un artista versátil conocido principalmente por ser solista de la banda Maroon 5, está marcada por innumerables pasiones entre las que se incluyen la música y los coches Ferrari. Pero encabezando la lista está sin duda su amor por la familia, empezando por su esposa Behati Prinsloo, modelo de Victoria's Secret de origen namibio, y sus dos hijas, Dusty y Gio.
No es de extrañar, por tanto, que Levine y su esposa hayan unido fuerzas con la casa de Maranello para apoyar una causa noble: atraer la atención sobre la subasta que se celebrará del 22 al 29 de octubre en Internet (través de Sotheby's) para pujar por uno de los primeros modelos del nuevo GT Ferrari Roma disponibles en Norteamérica. El dinero obtenido se destinará a la ONG Save the Children.
En julio, Levine y Prinsloo invitaron a ferraristas de todo el mundo a entrar virtualmente en su casa del oeste de Los Ángeles a través de un vídeo que incluía una presentación del precioso GT recién salido de Maranello y una actuación de Levine en acústico, en la que interpretó en solitario temas como “Sunday Morning” de Maroon 5 y una versión del clásico “Blackbird” de los Beatles.
El cantante lleva tiempo colaborando activamente con organizaciones benéficas. Desde que el éxito llamó a su puerta hace unos 15 años, ha apoyado numerosas causas, desde campañas de concienciación sobre el SIDA/VIH, hasta la investigación del melanoma o la sensibilización sobre el trastorno por déficit de atención e hiperactividad, algo que él mismo sufrió cuando era niño.
Al hablar sobre su participación en el proyecto de subasta del Roma, Levine afirmaba: “Cuando Ferrari se puso en contacto con nosotros, fue un sí rotundo. Behati y yo no podríamos estar más satisfechos de formar parte de esta iniciativa tan especial y ayudar a una ONG que cuenta con todo nuestro apoyo”.
La colaboración de Ferrari con Save the Children no es nueva. En 2017, se subastó un LaFerrari Aperta a beneficio de esta organización en el acto “Leggenda e Passione” celebrado con motivo del 70º aniversario de la compañía en el circuito de pruebas de Fiorano. La venta reportó 10 millones de dólares a la ONG, que los utilizó para desarrollar un programa de educación internacional.
El Roma que sale a subasta en otoño incluye extras como, por ejemplo, spoiler delantero y difusor trasero de fibra de carbono, tubos de escape deportivos, faros LED de matriz activa, protector de fibra de carbono para el marco inferior de las puertas y pantalla para pasajeros. El coche, de color Bianco Italia, interiores acabados en cuero color Burdeos y adaptado a las especificaciones de EE.UU., se subastará solo para el mercado estadounidense.
Los fondos recaudados ayudarán a Save the Children a paliar los problemas de escolarización provocados por la reapertura parcial de colegios a causa de la actual pandemia de COVID-19 en Estados Unidos.
“Estamos encantados de abrir un nuevo capítulo en esta historia de colaboración de Ferrari con Save the Children”, señalaba Matteo Torre, presidente de Ferrari Norteamérica, que se unió telemáticamente a Levine y Prinsloo desde el concesionario del Cavallino Rampante en Nueva York para presentar el video.
El Roma no es el primer Ferrari que se cruza en el camino de Levine: el cantante ha sido propietario de un F12 Tour de France de 2017, encargado a medida (a través del programa Tailor Made) para hacerlo parecido a su 275 GTB/2 Shortnose de 1965, y de otros modelos emblemáticos que incluyen un 330 GTC de 1966, un 250 GT Berlinetta Lusso de 1963 y un Daytona 365 GTB/4 de 1971. El 330 fue el primer Ferrari que condujo (y finalmente compró en 2010).
Para el solista de Maroon 5, “no hay coche o experiencia al volante que pueda compararse con conducir un Ferrari. La mayoría de los coches no me seducen porque no tienen ese misterio romántico que Ferrari ha sabido conservar”.
Sobre cuándo empezó su obsesión por la marca del Cavallino Rampante, Levine contaba riendo: "Fue a finales de los 80, tenía unos 9 o 10 años y aún no habíamos descubierto a las chicas; nos dedicábamos simplemente a fantasear con los Ferraris. Teníamos un montón de tiempo para hablar de coches porque las chicas no nos hacían ningún caso”.