Esta semana se ha podido ver una deslumbrante exhibición de Ferraris situados en una de las plazas más prestigiosas del centro de Londres para promocionar la inauguración de una nueva sala de exposición de H.R. Owen, el concesionario oficial de Ferrari en la capital británica. Berkeley Square, situada entre las calles Piccadilly y Regent Street de Mayfair, en pleno corazón del conocido West End de la ciudad, ha sido el lugar elegido para abrir el tercer establecimiento londinense de H.R. Owen, y está claro que el concesionario ha tirado la casa por la ventana para la ocasión.
La plaza, con sus jardines de césped típicamente inglés y sus cabinas rojas, fue inmortalizada por una conocida canción de los años 30 titulada "A Nightingale Sang in Berkeley Square" (Un ruiseñor cantó en Berkeley Square). Pero esta semana, esta emblemática plaza del siglo XVIII ha sido escenario de un evento exclusivo de Ferrari gracias a un permiso especial concedido a H.R. Owen para "aparcar en el césped" una serie de iconos excepcionales de la marca entre los que se incluyen el 750 Monza, el 250 California Spider, el 250 GTO y una unidad del nuevo modelo Monza SP1. La visión de tantos modelos únicos reunidos en un mismo lugar fue motivo de entusiasmo tanto para los londinenses como para los turistas de paso por la ciudad.
El modelo más antiguo de la exhibición era el Ferrari 750 Monza, de 1954, con carrocería Scaglietti y diseño de Dino Ferrari. El 250 California Spider (1961) fue una de las 106 unidades fabricadas de un modelo pensado para emular al 250 GT Berlinetta, pero en una versión descapotable especialmente diseñada para disfrutar de la soleada costa oeste de Estados Unidos.
El 250 GTO de 1962, con su motor V12, representó la cumbre del desarrollo de la serie 250 GT a través de un formato adaptado a la competición que, sin embargo, mantuvo su condición de coche de carretera. El diseño increíblemente elegante del Ferrari Monza SP1, presentado hace solo nueve meses, evoca la forma de los 'barchetta' de los años 50, la era de los coches de carreras conducidos por Gentlemen. Cuentan que fue el patriarca de la industria automotriz italiana Agnelli quien acuñó el término 'barchetta' (aludiendo a su forma de barca) para designar al modelo la primera vez que lo vio en el Salón del Automóvil de Turín en 1948. El nombre perduró en el tiempo y el Ferrari 166 MM barchetta ganó la Mille Miglia italiana y las 24 horas de Le Mans en 1949.