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GRANDES INNOVACIONES DE FERRARI: Iluminando el camino
Película: Oliver McIntyre
Los diseñadores de automóviles disfrutan antropomorfizando su trabajo. Tigres, guepardos, tiburones e incluso velocistas olímpicos agazapados en los tacos de salida se citan regularmente como fuentes de inspiración cuando se trata del lenguaje de las formas automotrices. Parece que necesitamos estos referentes visuales para dar sentido a lo que estamos viendo.
De ahí que la noción del «rostro» de un coche tenga bastante interés, especialmente la función que cumplen los faros. ¿Equivalen a los ojos? Sin duda, son algo que tendemos a dar por sentado, pero sin lo cual estaríamos claramente perdidos, al margen del papel que desempeñan en conformar nuestra respuesta emocional.
En la década de 1950, los faros de Ferrari tendían a ser simples, funcionales pero elegantes
Ferrari ha hecho una importante contribución en este terreno, tanto en tecnología como en morfología del diseño. Es un tema en constante debate y revisión. El jefe de Diseño de Ferrari, Flavio Manzoni, explica:
«El legado es un lenguaje formal que define la identidad de una marca como Ferrari. Hay una especie de metalenguaje y ciertos rasgos que caracterizan a un Ferrari. Se trata de usar un vocabulario y de modernizarlo. En mi opinión, las grandes obras maestras son perturbadoras. Mi intención no es acabar con la tradición, sino trastocarla. El pasado es una fuerza universal que representa a Ferrari, pero no debemos olvidar la importancia de la modernidad y de un enfoque original».
Tomemos el Daytona SP3, por ejemplo. Aunque se inspira en el 330 P3/4 de finales de los años sesenta —uno de los favoritos del catálogo anterior de Manzoni—, es increíblemente moderno en diseño y ejecución. Hay muchos puntos destacables, pero en particular los paneles retráctiles de los faros, que se deslizan hacia atrás para revelar los LED del automóvil: pasado, presente y futuro unidos en un ademán teatral.
Mira cómo los faros de Ferrari han evolucionado en estilo y función a lo largo de 75 años
Los primeros Ferraris llevaban faros de «proyectores sellados», que llegaron en 1939 y usaban un reflector parabólico, un filamento de tungsteno y una lente sellados entre sí. Las lámparas halógenas se emplearon por primera vez en 1962 y utilizaban un gas que reaccionaba con el tungsteno para proporcionar una iluminación mucho más potente. Luego llegaron las lámparas de descarga de alta intensidad (HID), que combinan gas y metales para producir una luz blanca azulada cuando el filamento está caliente. O también el xenón, un gas que se carga de alta tensión mediante electrodos.
Los Ferraris de hoy llevan LED (diodos emisores de luz), que utilizan semiconductores para transmitir fotones emisores de energía y generar luz. Los LED tienen una vida útil de aproximadamente 45 000 horas frente a las 15 000 horas de las HID. También pueden proporcionar luz en una variedad de colores, un elemento más en la paleta de posibilidades del diseñador.
El Ferrari Testarossa bien puede presumir de ser el automóvil más famoso con faros 'pop-up'
La innovación y el diseño van de la mano si seguimos el recorrido de Ferrari en el mundo de la iluminación a lo largo de los años. El 166 MM barchetta, diseñado por Touring of Milan, es expresivo, elegante y de aspecto casi inocente. Solo cuatro años más tarde llegó el 375 MM, en particular el automóvil con carrocería de Scaglietti para el célebre director de una nueva forma de hacer cine en Italia, Roberto Rossellini; sus faros cubiertos y los auxiliares encastrados en la rejilla son poderosamente efectivos.
También lo es el automóvil que encargó para su mujer, la actriz Ingrid Bergman, cuyos faros están ocultos en la parte superior de los guardabarros delanteros en un estilo tan vanguardista que el 612 Scaglietti de 2003 pudo rendirle homenaje y a la vez tener un aire completamente contemporáneo.
Unos años más tarde apareció el 250 GT California Spyder, otro Ferrari creado con la intención de seducir a una creciente y poderosa base de clientes estadounidenses. Cubiertos o descubiertos: los propietarios podían elegir, aunque la rareza extrema de la versión con batalla corta (solo se fabricaron 16 coches con faros abiertos) suele influir en la opinión.
El F12berlinetta lanzó la nueva tecnología de luces LED para brindar una mejor visión y un diseño llamativo
De igual importancia entre los coleccionistas de Ferrari son los primeros 365 GTB/4 Daytona con especificaciones europeas, que presentaban una cubierta de plexiglás sobre los faros.
La legislación estadounidense consideró que debían sustituirse por faros escamoteables y esta configuración se mantuvo hasta finales de los años noventa, cuando el 360 Modena reemplazó al F355 de luces retráctiles.
El advenimiento de los LED ha tenido un impacto radical en la forma del «rostro» de los Ferraris contemporáneos. Fijémonos en el F12berlinetta, en el que ocho módulos LED cuadrados, cada uno con su propia carcasa de lente, están colocados junto a unidades de policarbonato en forma de L y llevan debajo su propia lente de proyección.
Es una disposición compleja, crucial para el efecto del diseño y el impacto general del automóvil. Y en la década transcurrida desde la llegada del F12, el Centro Stile ha tomado las posibilidades de la tecnología LED y las ha adaptado en una serie de ediciones especiales limitadas de Ferrari en paralelo con las principales líneas de modelos para crear un aspecto que es marcadamente evolutivo y, a la vez, puro Ferrari.