Era el año 1967 y el Mundial de Sport-Prototipos se inauguraba con las 24 Horas de Daytona. Mauro Forghieri había diseñado el nuevo 330 P4 y los cambios introducidos en algunos P3 los había convertido en un 330 P3/P4. El nuevo modelo poseía una aerodinámica sofisticada estudiada en los túneles de viento de Pininfarina y la Escuela Politécnica de Stuttgart, Alemania, la ciudad de Mercedes y Porsche.
El P4 presentaba menor resistencia al aire, más carga aerodinámica y una geometría que bajaba el morro casi a ras del asfalto. El motor V12 era el utilizado en el F1 con el que Ludovico Scarfiotti había conseguido el Gran Premio de Italia en Monza y se caracterizaba por tener doble árbol de levas y 3 válvulas por cilindros, 4 litros de cilindrada y 450 caballos. El cambio, hecho directamente en Ferrari, y las suspensiones también eran nuevos.
Además, para preparar adecuadamente la carrera, y a pesar del elevado coste del desplazamiento, la Scuderia Ferrari decidió efectuar una jornada de pruebas directamente en Daytona en diciembre de 1966, con muy buenos resultados. Enzo Ferrari había nombrado director deportivo a Franco Lini, una persona competente y de carácter afable que poseía un profundo conocimiento de los reglamentos internacionales.
Las cosas no pudieron ir mejor durante la carrera. Los tres Ferrari iban a la cabeza y, en ese momento, Lini tuvo una idea genial: ordenó a los pilotos de Ferrari que cruzasen juntos la meta, situada en el tramo elevado del circuito. La imagen, una de las más famosas de la historia del automovilismo, dio la vuelta al mundo y fue ampliamente difundida por las agencias de prensa norteamericanas. La llegada triunfal fue portada de los periódicos más importantes de la época y significó la revancha de Ferrari sobre sus rivales americanos.
El resultado final situó el 330 P3/P4 (chasis del P3 y motor del P4) de Lorenzo Bandini y Chris Amon delante del 330 P4 de Mike Parkes y Scarfiotti, y del 412 P de la escudería NART de Luigi Chinetti, pilotado por Pedro Rodriguez-Guichet. Bandini y Amon repitieron posteriormente en los 1000 Km de Monza y, al final de la temporada, Ferrari se adjudicó el campeonato de constructores.