Más de 80 Ferraris de época formaron parte de la tercera edición de la Cavalcade Classiche, que se celebró del 20 al 22 de septiembre y, por primera vez, tuvo como escenario las calles de Roma.
Gracias a la colaboración con Roma Capitale y otras instituciones, la Cavalcade ha atravesado paisajes fascinantes y lugares absolutamente inéditos para este tipo de grandes manifestaciones. Por ejemplo, en homenaje a la historia de Roma, los participantes condujeron sus vehículos por carreteras cuyo origen se remonta a la época del imperio, como las vías Tiburtina, Salaria, Flaminia, Cassia y Appia.
El viernes, la Cavalcade puso rumbo a la campiña del Lazio, donde descubrió lugares como Borgo San Pietro, el Lago del Salto y Rieti, para terminar subiendo al Monte Terminillo y visitando la espectacular Cascada de Marmore. Los protagonistas de la segunda jornada fueron el arte y la historia de Todi y Viterbo, con una parada ante el Palacio Papal a la hora del almuerzo.
El domingo estuvo dedicado a Roma y sus colinas en un recorrido que se iba acercando a la ciudad eterna pasando antes por Frascati, Castel Gandolfo y el Parque Arqueológico de la Appia Antica. El desfile final por las calles de Roma fue un gran espectáculo, no solo para los propietarios de los Ferraris, sino para todos los ciudadanos y turistas amantes de la marca del Cavallino Rampante.
Los coches, entre los que se incluía el célebre 750 Monza de 1954, el 500 TRC de 1957 y el 275 GTB de 1964, se expusieron en el Parque de Villa Borghese para deleite y admiración del público.