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Pasión

Homenaje al F40

El Legacy Tour inaugural de Ferrari rindió homenaje a un modelo muy especial
Texto: Gavin Green

El primer Ferrari Legacy Tour finalizó el 30 de septiembre tras un recorrido épico de tres días por algunas de las carreteras más hermosas de Italia. Estos nuevos eventos exclusivos están pensados para los propietarios de los Ferraris más renombrados. 

El primero se ha dedicado al F40, uno de los modelos más famosos del Cavallino Rampante y, en opinión de algunos, el Ferrari más apasionante jamás fabricado. 

Reviva los mejores momentos del primer Legacy Tour, mientras las carreteras de Italia resonaban con el rugido de una caravana de Ferrari F40

Lanzado en 1987, el F40 fue el segundo superdeportivo de edición limitada de Ferrari después del 288 GTO. Su carrocería pionera estaba hecha en su totalidad de material compuesto, su diseño era impresionante (de Pininfarina), se trataba del primer coche de carretera de producción en superar los 320 km/h (200 mph) y, lo que es igualmente importante, el F40 era el último coche de carretera firmado personalmente por Enzo Ferrari (fallecido en 1988). 

Por lo tanto, había mucho que celebrar cuando los concursantes, venidos de todo el mundo, se reunieron el 27 de septiembre en el exclusivo Augustus Hotel & Resort de Forte dei Marmi, ciudad costera de la Toscana. El entorno es espectacular: delante, el mar Tirreno; detrás, los Alpes Apuanos. 

Tras una sesión informativa técnica y una cena de bienvenida, los concursantes partieron al día siguiente, bajo el magnífico sol de la Toscana, hacia la encantadora ciudad de San Miniato, entre Pisa y Florencia, donde sellaron sus libros de ruta (como en todas las paradas importantes). 

Fanfarrias y celebraciones tradicionales saludaron a los Cavallinos Rampantes en cada pueblo y ciudad por el que pasaron

Después, el convoy de los F40 surcó las sinuosas carreteras toscanas hasta Capannori, en las afueras de Lucca. Aquí almorzaron en Villa Mansi, un elegante palacete del siglo XVII con pinturas y frescos de Stefano Tofanelli, el maestro neoclásico de Lucca. A continuación, los automóviles recorrieron la histórica Lucca, mientras los residentes se maravillaban con la larga fila de Ferraris de alta velocidad que recorrían con lentitud (si bien ruidosamente) sus estrechas calles medievales.

La primera jornada al volante terminó de regreso en Forte dei Marmi, con una pausa para tomar café en Pietrasanta, «la ciudad de mármol», y una espectacular exhibición de automóviles en su histórica Piazza del Duomo. 

El primer día, de 188 kilómetros, se había limitado a la Toscana. En el segundo (159 km), los propietarios de los F40 se dirigieron al noreste a través de los Apeninos hacia la sede de Ferrari en Maranello. Los Apeninos están impregnados del folclore de Ferrari. En estos desafiantes puertos de montaña, pilotos heroicos como Ascari y Taruffi llevaron varios Ferraris de carrera a la victoria en la famosa Mille Miglia. Los pilotos de pruebas de Ferrari todavía utilizan esta cadena montañosa para evaluar y perfeccionar los últimos coches.

Inconfundiblemente italianos, innegablemente Ferrari e increíblemente rápidos, los F40 se sentían tan a gusto en las puertas de la fábrica como en el circuito de Fiorano y en las sinuosas carreteras rurales

Una vez en Maranello, los F40 se agruparon en la Piazza Libertà. De nuevo, ¡qué espectáculo! Unos cuarenta de los Ferraris más codiciados se reunieron en la plaza principal de la ciudad natal de Ferrari antes de dirigirse a la fábrica en las proximidades, donde fueron recibidos por Piero Ferrari, vicepresidente de Ferrari. 

Alrededor de Maranello hay carreteras maravillosas para conducir, así que, durante la tercera jornada (209 km), los concursantes disfrutaron de algunas de las mejores rutas. Una vez más, se trata de carreteras muy utilizadas por los pilotos de pruebas de Ferrari. Finalmente, los conductores descansaron en la bodega Tenuta Venturini Baldini, una galardonada productora de lambrusco y espumante, tras lo cual los motores arrancaron de nuevo y se dirigieron a Módena, a una exhibición memorable en la Piazza Roma.


Desde la costa toscana hasta Maranello, el evento de tres días fue el tributo perfecto a un Cavallino Rampante concebido en la segunda mitad del siglo pasado y todavía hoy adorado en todo el mundo

El programa terminó de la mejor manera posible: en el circuito de Fiorano, donde las leyendas automovilísticas y los pilotos de pruebas de Ferrari llevan conduciendo coches de carretera y de Fórmula 1 desde los años 70. 

El primer Legacy Tour de Ferrari terminó con una cena de gala en Esperienza Ferrari, un acto de homenaje al Cavallino Rampante, al F40 y a sus apasionados propietarios.