Cuando visitas una maravillosa casa señorial en cualquier parte del mundo, lo primero que haces es levantar la mirada para admirar los techos, los tapices de las paredes y los cristales decorativos. Luego te cuentan la historia de ese magnífico edificio y descubres que, retrocediendo en el tiempo, sus cimientos se sentaron donde una vez se erigió una casa importante.
De viejos cimientos nacen cimientos nuevos. Y así sucede en Ferrari desde su nacimiento en 1947, cuando Enzo Ferrari creó un coche de carreras de 12 cilindros. En Maranello, la innovación es hija de la tradición, y lo que hoy es innovación, mañana se considerará tradición. En parte, esa es la razón de que las imágenes que se ven en estas páginas muestren a personas que han trabajado aquí durante más de treinta años, muchas de ellas en tiempos del propio fundador, junto con otras que se han unido a nosotros recientemente.
Por ese mismo motivo, las fotos se han tomado tanto en las zonas originales de la fábrica como en las nuevas oficinas, incluidas aquellas donde nacerá el primer Ferrari eléctrico en 2025. «En el sector del lujo», afirma Benedetto Vigna, CEO de Ferrari, «tradición e innovación deben progresar al mismo ritmo. Pero hoy en día es más necesario que nunca mantener un equilibrio entre estos dos elementos clave: si vives con el pensamiento demasiado fijo en el pasado, corres el riesgo de ser temeroso y arrogante, el temor al cambio y la arrogancia de quien, fortalecido por su propia experiencia, está convencido de que ya lo sabe todo y por eso no busca nuevos retos. Si por el contrario te orientas solo hacia el futuro, pierdes de vista tu historia, un valor que, en una marca como Ferrari, es absolutamente innegociable».
¿A qué te refieres con «innovación»?
«Con demasiada frecuencia puedes convencerte de que la innovación solo se da en tecnología o software. Pero no es así. También hay innovación en los materiales, en la rentabilidad y, obviamente, en el nuevo diseño, cosas que más que nada generan emociones. Y uno de los puntos fuertes de Ferrari es su capacidad para provocar emociones. Porque, más que cualquier otra cosa, eso es lo que piden nuestros clientes».
¿Y cómo puedes tener éxito en este objetivo?
«En primer lugar, sin dejar de estudiar nunca. Hay un dicho famoso: "no hay nada nuevo bajo el sol". Significa que las soluciones a los problemas de hoy a menudo se encuentran en el pasado. Porque, básicamente, las necesidades humanas han sido las mismas durante siglos y depende de nosotros satisfacerlas aplicando los conocimientos de hoy. O ampliando nuestro know-how».
¿Cómo?
«Un estereotipo que hay que destruir es el del genio que trabaja solo y que, en medio de la noche, se despierta con la solución del problema. Estoy convencido de que cuenta mucho más el trabajo en equipo y el intercambio continuo. Hablando entre nosotros y escuchándonos unos a otros somos capaces de activar nuevos procesos y encontrar una solución, o al menos una mejora. En pocas palabras, no te levantas por la mañana con el objetivo de tener una nueva idea de éxito: llega cuando llega».
¿Qué hay que tener siempre en cuenta en esta búsqueda?
«El ser humano. Y su deseo y su capacidad de emocionarse. Con los ojos, con los oídos, con todo el cuerpo. Una vez que este objetivo está claro, tenemos que pensar en cómo alcanzarlo. En primer lugar, trabajando juntos, hablando entre nosotros y contrastando ideas. Con un ojo tenemos que mirar hacia el pasado y con el otro hacia el futuro, manteniendo un equilibrio entre la conciencia de lo conocido y el miedo a lo nuevo. Y en ese momento es el cerebro, si le damos tiempo para pensar, el que tiene que sintetizar por un lado lo que vemos y por el otro lo que queremos. Lo nuevo tiene sus raíces en la historia. Es el humanismo de la tecnología».
Imagen de portada, tomada en el sitio de construcción de las nuevas oficinas Comerciales y de Marketing. De izquierda a derecha: Alessandro Tedeschini, Antonella Leoni, Matteo Allegri, Federica Garghetti