Hace sesenta años, Ferrari presentó su primer coche deportivo con el motor situado en configuración central. El 246 SP fue un éxito en la competición y sirvió de inspiración para una deslumbrante serie de coches de gama con motor central que incluye desde el Dino 206 GT hasta el actual SF90 Stradale, la actual estrella de Ferrari
Pero lo más importante es que ambos incorporaban motores situados detrás del conductor y por delante de las ruedas traseras. A partir de ahí, esta configuración central pasó a utilizarse en todos los F1 de Ferrari. Y quizás aún más importante e inesperado, casi todos los deportivos Ferrari (a diferencia de los GT) empezaron a utilizar diseños con motor central similares al del 246 SP.
Fue un cambio trascendental en la ingeniería de Ferrari. Una marca que era famosa por sus preciosas berlinettas de motor delantero (que tantas satisfacciones le habían dado) pronto empezó a ser conocida por unos deportivos igualmente atractivos y eficientes, pero diseñados con motor central.
Prototipo del Dino 206 GT fotografiado en el exterior del restaurante Gatto Verde, cerca de Maranello. El modelo de producción definitivo se presentó en el Salón del Automóvil de Turín en noviembre de 1967
El cambio no se produjo de la noche a la mañana. Antes sacó grandes modelos con motor delantero, entre ellos el 250 GTO (1962), actualmente el Ferrari más valioso de todos y un deportivo de competición de gran éxito en su día. El 365 GTB/4, hoy más conocido como Daytona, era el coche con más prestaciones de Ferrari en aquel momento, 1968. Obviamente aún quedaban nostálgicos de la tradición en Maranello que defendían las ventajas de montar el V12 de Ferrari en la parte delantera, una configuración que se mantiene con éxito en modelos GT como el 812 Superfast y el recién salido 812 Competizione.
Sin embargo, para los deportivos de carretera y competición, eran evidentes las ventajas de cambiar el motor a la nueva posición. El peso se concentra en el centro, lo que permite al coche cambiar dirección de manera más fácil y rápida. El vehículo se comporta de forma más equilibrada. Además, trasladar el peso hacia atrás puede aumentar la tracción trasera y mejorar la capacidad del coche para entregar la potencia.
Al 246 SP le siguieron una serie de biplazas de competición con motor central que cosecharon grandes éxitos, incluidos varios modelos con motor V12 vencedores de Le Mans (el 250 P, 275 P y 250 LM) y el 330 P4, que encabezó el famoso trío de Ferraris triunfador en las 24 horas de Daytona de 1967.
Pronto llegaría también el primer coche deportivo de gama de Ferrari, aunque no llevaba la insignia de la marca. El Dino 206 GT, introducido en 1967, llevaba un motor V6 y el nombre del hijo de Enzo Ferrari, Alfredo (apodado Alfredino, o Dino). Alfredo, ingeniero de gran talento, murió en 1956, a los 24 años, mientras trabajaba en el motor V6 de competición de Ferrari. Los sucesivos monoplazas, deportivos y coches de carretera Ferrari basados en el V6 llevaron su nombre.
El 365 GT4 BB utilizaba un motor de 12 cilindros plano (boxer) de 4,4 litros derivado del F1 de Ferrari; sus casi 299 km/h de velocidad punta lo convirtieron en el Ferrari de carretera más rápido construido hasta la fecha
Con el 206 GT y el 246 GT de 1969, aún más potente, se abarataron los costes y se produjeron en volúmenes más grandes que ningún otro Ferrari hasta la fecha. Dotados de unos motores V6 compactos y potentes, proporcionaban un manejo suave y unas sensaciones fantásticas al volante, producían el sonido perfecto y hoy en día están considerados, con razón, como unos de los coches más hermosos e importantes de Ferrari.
El primer berlinetta con motor de 12 cilindros en posición central no tardó mucho en llegar. El 365 GT4 BB (iniciales de Berlinetta Boxer) se presentó en 1971 y empezó a producirse dos años más tarde. Fue un punto de inflexión en la transición de Ferrari a los motores centrales: era la primera vez que un modelo de altas prestaciones de Ferrari incorporaba un motor situado detrás del conductor. No había vuelta atrás. El BB utilizaba un motor de 12 cilindros plano (o “boxer”) de 4,4 litros derivado del F1 de Ferrari; sus casi 299 km/h de velocidad punta lo convirtieron en el Ferrari de carretera más rápido hasta la fecha.
La estirpe del F8 Tributo se remonta a seis décadas atrás con los dos primeros coches basados en motor central de Ferrari (un F1 y un deportivo de competición). Tras ellos vinieron modelos tan emblemáticos como el Dino 206 GT con motor V6 o el 308 GTB con motor V8
Aún más importante fue el 308 GTB presentado en 1975 y sucesor del inolvidable Dino 246 GT. Inició un linaje ininterrumpido de coches deportivos de motor central propulsados por unidades V8 que se ha mantenido hasta el presente en modelos como el F8 Tributo y el SF90 Stradale, buque insignia de la gama Ferrari.