“Madre mía, ¡qué divertido!”. Si Marc Genè expresase sus emociones mientras conduce su FXX K Evo en el circuito de Barcelona, su comentario no seria muy diferente. Pero Marc adopta una actitud muy profesional y se limita a decir “so much fun” (muy divertido), que más o menos viene a decir lo mismo. Porque el FXX K Evo es hoy por hoy lo que más se acerca a un coche de Fórmula 1 y ponerlo al límite, como un piloto de la experiencia del español sabe hacer, proporciona sensaciones únicas.
Barcelona es un circuito complicado, pero gratificante. Con curvas largas y rápidas, cambios de ritmo y rectas que dejan sin aliento cuando se pisa a fondo el acelerador. Genè hace uno de los trabajos más bonitos del mundo: conduce los Ferraris más famosos y codiciados, y su única preocupación es divertirse y divertir a los clientes que lo acompañan en la pista para aprender un par de secretos.
Pasa de los Fórmula 1 clásicos a los más actuales y no hay modelo GT que no haya probado. El FXX K en versión Evo es algo especial, es la evolución del FXX K y se presentó en octubre de 2017.
Tiene el mismo motor que el FXX K, con 1050 CV en total. De ellos, 860 proceden del motor térmico V12 de 6262 centímetros cúbicos y otros 190 proceden del motor eléctrico, lo que suma más de 900 Nm de par máximo. Sin embargo, presenta algunas modificaciones aerodinámicas y menor peso gracias a un uso más abundante de la fibra de carbono, lo que permite mejorar las prestaciones. La aerodinámica es uno de los secretos de esta joya nacida en el túnel de viento. Se adapta en función de la velocidad, como nos hace ver Marc en el vídeo, y la carga generada es increíble: 640 kg a 200 km/h y más de 830 a la máxima velocidad. Es el superdeportivo más divertido que existe. Lo dice Genè, lo piensan muchos.