Ha salido el sol, así que estamos en la estación perfecta para aclamar algunos de los descapotables más excepcionales, rápidos y atractivos de Ferrari…
Además de un sinfín de innovaciones en automoción realizadas desde el nacimiento de la Casa de Maranello, Ferrari ha dedicado más de 75 años a su empeño de pulir el techo retráctil y crear el convertible o spider perfecto. El propio Enzo Ferrari siempre sintió afición por los coches descapotables. De hecho, el primer Ferrari, el 125 S de 1947, era un barchetta de carreras sin capota y seguía los pasos de los monoplazas descapotables de las décadas de 1920 y 1930.
Vea algunos de los modelos descapotables más raros y rápidos que jamás hayan surgido de Maranello...
A lo largo de los años, Ferrari experimentó con éxito con mecanismos de capota plegable cada vez más complejos, techos desmontables (vistos por primera vez en el Dino 246 GTS de 1972) y soft tops de accionamiento automático, el primero de los cuales apareció en el F355 Spider en 1995. El Ferrari California de 2008 fue el primer modelo del Cavallino Rampante que contaba con capota metálica plegable totalmente retráctil y, desde entonces, se han introducido otras innovaciones que culminaron en los 15 segundos que ahora se necesitan para retraer completamente el techo rígido del último 12Cilindri.
El 166 Inter cabriolet de 1948, con carrocería del carrocero Stabilimenti Farina, fue el primer Ferrari en tener un techo de lona retráctil
Pero volvamos a finales de la década de 1940: el primer spider «verdadero» de Ferrari fue la versión convertible del GT inaugural de la compañía, el 166 Inter. Entre 1948 y 1950, se produjeron coches 166 Inter de carretera basados en los modelos deportivos de carreras 166 —como el barchetta 166 MM, completamente descubierto—, en su mayoría configurados con carrocería coupé. Sin embargo, el 166 Inter cabriolet, construido por el fabricante de automóviles Stabilimenti Farina en 1948, fue el primer Ferrari en llevar techo de lona retráctil. Solo se fabricaron tres ejemplares de este hermoso Ferrari convertible, lo que lo convierte en un modelo particularmente inusual.
El 365 GTS de 1969 presentaba una carrocería elegante, creada por la fábrica de Pininfarina en Turín, y un potente motor V12 que ofrecía un rendimiento que coincidía con el aspecto impresionante y atemporal del automóvil
Para ver lo definitivo en elegancia absoluta y refinamiento puro, avancemos 21 años hasta el Ferrari 365 GTS de 1969. Con una carrocería creada en la fábrica de Pininfarina en Turín, el 365 GTS destacaba no solo por su belleza atemporal, sino también por su musculoso motor V12 y su rendimiento cargado de par, que ponía el coche a una velocidad máxima de 245 km/h. Su sencillo techo plegable, que se podía bajar con la mano desde el interior de la cabina, tenía una cubierta protectora ajustable que ocultaba hábilmente el capó cuando se bajaba y se plegaba detrás de los asientos. La producción del 365 GTS cesó a mediados de 1969 y solo se construyeron 20 ejemplares.
El 308 GTS, desarrollado junto con Pininfarina, hizo su debut en 1977 y se convirtió en uno de los modelos más populares de Ferrari
Mucho menos inusual, pero igualmente atractivo para los aficionados a la conducción con techo descubierto, era el Ferrari 308 GTS. Este coche, uno de los más populares de Ferrari, fue desarrollado en colaboración con Pininfarina e hizo su debut en el Salón de Fráncfort de 1977. Muy similar al 308 GTB, su compañero de techo rígido, el modelo GTS tenía una capota de fibra de vidrio extraíble que obligaba a levantar manualmente el panel para extraerlo de la abertura del techo antes de guardarlo detrás de los asientos. El 308 GTS ofrecía unas prestaciones impresionantes gracias a su motor V8 de 2926 CC, con 255 CV y una velocidad máxima de 252 km/h. La producción se prolongó hasta 1980 y se fabricaron 3219 ejemplares, aproximadamente el doble que el GTB.
El Ferrari F355 fue el primer Cavallino Rampante que vino con una capota semiautomática operada electrónicamente
Otro ejemplo elogiado del legado descapotable de Ferrari es el F355 Spider de 1995. Diseñado por Pininfarina, las líneas elegantes y fluidas del F355 Spider eran fruto de 1800 horas pasadas en el túnel de viento. El resultado era un deportivo descapotable magníficamente dinámico, que contaba con el rendimiento (gracias a su V8 de 3496 CC) y las posibilidades aerodinámicas del F355 Berlinetta de techo rígido. En particular, el F355 Spider fue el primer Ferrari en venir con una capota semiautomática accionada electrónicamente que, una vez desenganchada y retirada a mano, abría la cabina en unos 30 segundos con solo pulsar un botón.
El hermoso Roma Spider de 2023 fue el primer Ferrari en contar con techo blando desde el F430 Spider de 2005
Un Ferrari mucho más reciente, el Roma Spider de 2023, da testimonio de la vuelta del Cavallino Rampante a sus raíces soft top. Con una sofisticada capota de tela plegable, que se abre por completo en menos de 14 segundos, el Roma Spider fue diseñado para ofrecer una versión descapotable de su hermano coupé sin perder ninguna de las líneas elegantes y fluidas de este automóvil y sus rasgos de estilo clásico con influencias boulevardier. El Roma Spider, el primer Ferrari en contar con techo blando desde el F430 Spider de 2005, con V8 turboalimentado de 3855 CC y 620 CV, ofrecía una emocionante conducción descapotable con un toque del glamour de los años 60 y 70.
El techo rígido retráctil automático del último 12Cilindri Spider tarda sólo 15 segundos en pasar de cerrado a completamente abierto. El sistema automatizado del techo no podría ser más sencillo
Es fácil ver hasta dónde ha llegado Ferrari desde aquel 125 S de 1947. Pero en cierto modo nada ha cambiado. Permanece la sensación escalofriante de conducir un Ferrari descapotable, una sensación por supuesto muy presente en el ejemplar más reciente de Maranello, el 12Cilindri Spider. Y con 830 CV provenientes de su poderoso V12, así como esa «capota de 15 segundos», el último Ferrari descubierto es una prueba tangible de que la emoción es mejor que nunca.
Imagen de portada: el California T 2008, capturado aquí durante un animado recorrido con el techo descubierto, fue el primer Ferrari en contar con un techo metálico totalmente retráctil