El 14 de julio de 1951, en el Gran Premio de Gran Bretaña, celebrado en Silverstone, este corpulento argentino logró la primera victoria en el Campeonato del Mundial de F1 para la incipiente escudería de Enzo Ferrari. González salió en pole position: era su primera pole y también la primera de Ferrari. Este piloto tenía un estilo muy peculiar —agitaba los brazos y parte de su enorme físico iba asomando por los lados del coche— y es famoso por haber competido contra el campeón Nino Farina y haberle ganado, así como al hombre que ganaría el título de 1951, Juan-Manuel Fangio, ambos corriendo para Alfa Romeo. Ganó la carrera por más de 50 segundos de ventaja.

José Froilán González (derecha) fue el primer ganador de Ferrari en una carrera del Campeonato de Fórmula 1, el Gran Premio de Gran Bretaña disputado el 14 de julio de 1951

Esta carrera supuso un punto de inflexión para la Fórmula 1 y también para Ferrari. Fue la primera carrera de F1, desde que se inauguró el Campeonato del Mundo en 1950, que no se adjudicó Alfa Romeo. Y Ferrari se impuso durante el resto de esa temporada de 1951. (El compañero de equipo de González, Alberto Ascari, ganó en el circuito de Nürburgring y en Monza). En la temporada siguiente, Ascari se coronó campeón del mundo, y Ferrari ganó todas las carreras. Con el tiempo, Ferrari se convirtió en el equipo de F1 con más éxito del mundo.

El miércoles siguiente a ese primer triunfo en un Gran Premio, Enzo Ferrari invitó a González a Maranello. El argentino se quedó sorprendido de lo mucho que había significado ese triunfo para Enzo Ferrari; le dedicó una fotografía conmemorativa de la victoria, que Enzo colocó detrás de su escritorio. Además, fue obsequiado con un reloj de oro con el Cavallino Rampante grabado en la esfera. Tiempo después, González recordaba cómo Enzo quería saber «hasta el último detalle de la carrera».

José Froilán González (conocido como «El Toro de la Pampa»), de complexión robusta, se lanza a por la victoria con su Ferrari 375 en el Gran Premio de Gran Bretaña de 1951

Nacido en Buenos Aires, González fue descubierto por su compañero Fangio y, al poco tiempo, estaba corriendo en Europa, con el apoyo del Automóvil Club Argentino. Debutó en F1 en ocasión del GP de Mónaco de 1950, en el que se clasificó tercero con un Maserati. Enzo Ferrari, impresionado ante el talento del piloto, fichó al fornido joven de 29 años para la temporada de 1951.

Conocido como «El Toro de la Pampa», tanto por su estilo de pilotaje como por su robusto físico —y al que sus compañeros llamaban cariñosamente «El Cabezón»—, González no tardó en brillar a bordo de un Ferrari. Quedó segundo en su primera carrera para la Scuderia (el GP de Francia), ganó su segunda carrera (el GP de Gran Bretaña) y terminó en el podio en las tres últimas carreras de la temporada, incluido un segundo puesto en Monza, detrás de su compañero de equipo Ascari. Fue tercero en el Mundial de Pilotos de 1951.

Su otro gran año para Ferrari fue 1954. Volvió a ganar el Gran Premio de Gran Bretaña y quedó segundo en el Mundial de Pilotos de ese año, por detrás de su compatriota Fangio. Ese mismo año ganó la carrera de Le Mans, al volante de un Ferrari 375 Plus. Su último GP, también con Ferrari, fue el de Argentina de 1960. Después, se retiró de las carreras y regentó un negocio de venta de coches en Argentina.

Junto a Eddie Irvine (izquierda) y Michael Schumacher (derecha), José Froilán González fotografiado en 1998 durante la inauguración de un concesionario Ferrari en Argentina. El 4 de marzo de 1999, González y un grupo de propietarios y apasionados fundaron el Ferrari Club Argentino

En 2011, para conmemorar el 60º aniversario de la primera victoria de Ferrari, Fernando Alonso pilotó el coche con el que González había ganado en Silverstone en 1951. Ese mismo día, Alonso ganó el GP de Gran Bretaña para la Scuderia: era la 216ª victoria de Ferrari en el Campeonato del Mundo de Fórmula 1. (A principios de la temporada de 2021, el palmarés sumaba un total de 238 victorias).

González tenía 88 años cuando Alonso corrió en Silverstone y era uno de los pocos supervivientes de la F1 de los años 50, la década más peligrosa de la historia del automovilismo. Murió en paz dos años después, en 2013, a sus 90 años.

A medida que aumentaba el éxito de Ferrari, crecía el orgullo de González por haber ganado su primer GP. Nadie podía imaginárselo, pero en ese GP de Silverstone de 1951, este modesto piloto argentino escribió el primer capítulo de la historia más exitosa de la F1.