La belleza también habita en un circuito de carreras. En las curvas, las rectas, los pianos del circuito de Mugello, que el domingo albergará por primera vez un Gran Premio de Fórmula 1. Y es un Ferrari 275 GTB el que hará vibrar el asfalto con el sonido de sus 12 cilindros. Al volante, un joven con guantes de conducir y cazadora de piel de corte clásico y muy elegante, pero con un águila de colores bordada en la espalda.
Toda la esencia de la marca Stefano Ricci Este se resume en este vídeo, realizado para presentar la colección de moda otoño/invierno del año pasado. Una esencia que destila calidad y obsesión por el detalle, que profundiza en las raíces de la tradición manufacturera italiana, pero la traduce en un diseño contemporáneo dirigido a un hombre universal.
Desde la fundación de la marca en 1972, Stefano Ricci ha puesto la italianidad en el centro de toda su actividad. Aún hoy, cuando ya cuenta con 66 tiendas monomarca y flagships en las capitales de todo el mundo, la producción está enteramente basada en nuestro país. Y ahora, con la entrada de sus hijos Niccolò, CEO del grupo, y Filippo, director creativo, la marca ha llevado su producción más allá de la moda para extenderla a otros ámbitos del lujo que incluyen muebles y accesorios para la casa, diseños para yates, perfumes y vinos. El sello de excelencia italiano es la única premisa para arrancar cualquier iniciativa nueva.
¿Y qué hay más italiano que un Ferrari legendario y un circuito que recoge el legado de las carreras disputadas en las fascinantes colinas de Mugello desde 1914? El vídeo forma parte del proyecto Grande Bellezza, que vincula las colecciones de la marca a los lugares más apasionantes del arte y la cultura italianas. El Castillo de Sammezzano, el Vittoriale degli Italiani, la isla de Montecristo y Venecia son algunos de los emplazamientos emblemáticos en los que se han presentado sus diseños en los últimos diez años. La colección primavera/verano de 2021 estará dedicada a Florencia, un regreso a casa en un periodo de grandes cambios. Irá acompañado de una campaña de comunicación y un vídeo que cuenta con la presencia del actor Maurizio Lombardi y lugares inesperados que inspiran un nuevo comienzo.
Lugares como Mugello y Ferrari, muy cercanos a la familia Ricci. El circuito se encuentra a mitad de camino entre la sede de la empresa en Caldine, a la entrada de Florencia, y la finca familiar, Poggio ai Segugi, situada en Firenzuola. Sitios que ocupan un lugar importante en el corazón y en la vida. Lugares donde nacen pasiones como la que despiertan los Ferrari pertenecientes a la colección de coches de la familia y que incluyen, entre otros, un Testarossa y un 275 GTB como el utilizado en el vídeo.
Y fue precisamente la pasión por los coches la que ayudó a Stefano Ricci a lanzar su marca. De hecho, fue con el dinero obtenido de la venta de un Porsche que le había regalado su padre (con el objetivo de comprarse otro en caso de éxito) con el que el emprendedor y su mujer Claudia iniciaron una actividad de producción de corbatas que triunfó tras su presentación en Pitti Uomo el año 1974. Grandes compañías como Harrod y Saks se fijaron en la marca y le pidieron que confeccionase también camisas con los mismos estampados y tejidos. Camisas y, más tarde, trajes que han vestido jefes de Estado como Nelson Mandela.
Un éxito internacional con profundísimas raíces italianas como el que espera el circuito de Mugello, que el domingo vivirá su primer Gran Premio de Fórmula 1. Y no uno cualquiera, sino la carrera número 1000 de Ferrari en la categoría reina de las competiciones de automovilismo. Apenas a cien kilómetros de Maranello. Una historia toda italiana.