Dos Ferraris revolucionarios, unidos al cabo de 60 años por el mismo color distintivo. Un hilo cromático tejido con más de medio siglo de desarrollo técnico y tecnológico que también hilvana los recuerdos de Piero Ferrari.
El tono que eligió para su Purosangue personalizado se llama Verde Dora (Dora Green) y de hecho es el color del 400 Superamerica que perteneció a su padre, Enzo. Es un color particularmente inusual que quedó claramente impreso en su memoria adolescente, aunque tiene pocos recuerdos del coche en sí. El automóvil que fue propiedad de Enzo Ferrari y que este condujo entre 1961 y 1962 tiene una historia bastante misteriosa.
Presentaba varios detalles que lo distinguían de la versión de producción, como el diseño de la suspensión delantera y trasera, que nunca llevó el nombre del fabricante. También había algunas diferencias en el motor, el potente V12 de 340 caballos diseñado por Gioachino Colombo con una cilindrada que no llegaba a los 4000 cc (3967, para ser exactos) y del que el coche tomó su nombre. La caja de cambios y el diferencial que Enzo había montado, por ejemplo, llevaban un cambio de marchas más robusto que los de serie.
Podía considerarse una especie de modelo experimental que el «Commendatore» había querido probar en persona sin renunciar a detalles personales que realzaran su singularidad, como el color de la carrocería y el refinado cuero beige que vestía el interior.
El hecho de que el coche fuera algo especial no es tan inusitado cuando se habla del 400 Superamerica. Al igual que el Purosangue actual, fue un modelo que rompió notablemente con la tradición de los superdeportivos de la época.
Y en su Purosangue, Piero Ferrari, con la ayuda de los diseñadores de Tailor Made, ha unido simbólicamente los hilos que conectan ambos coches, marcados por la revolución técnica y el estilo individual de sus respectivos propietarios.
Por su originalidad, el color Verde Dora parece muy contemporáneo y la delicadeza de sus reflejos contribuye a realzar las elegantes líneas del primer Ferrari de cuatro puertas de la historia. La elección de fibra de carbono para la capota, en lugar del techo panorámico de cristal, subraya el carácter de competición del Purosangue.
Este cuidadoso equilibrio entre refinamiento y prestaciones se ve subrayado por la selección de llantas forjadas especiales de corte diamantado que, pintadas en color Winter Grey opaco, parecen a la vez corpulentas y delicadas. Es una característica que sirve para mostrar aún más la sorprendente imagen «flotante» de la parte superior de la carrocería, que enfatiza el aspecto todoterreno del automóvil.
Inspirado en el 400 Superamerica de Enzo, en el habitáculo puede encontrarse un espíritu de lujo deportivo. Aquí se ha creado una atractiva atmósfera gracias al cuero marrón jade y a su cuidadosa combinación con el acabado de fibra de carbono del salpicadero y el tablero, a su vez enriquecidos con delicados bordes de cobre.
La opción de dejar los flancos del Purosangue sin las tradicionales insignias fue un sobrio toque de singularidad de Piero Ferrari, seguro de que un Ferrari es siempre reconocible, en todas partes y en cualquier lugar. La «raison d’être» de Tailor Made es crear modelos como este, cada vez más personales e inconfundibles. De hecho, el lanzamiento del Purosangue dio vida a un nuevo concepto: la Couture Selection. Su contenido innovador y variado se inspira en el mundo de la moda y en sus colecciones cápsula y de temporada. Con el lanzamiento de cada nuevo modelo, Tailor Made creará una Couture Selection equivalente basada en el diseño, la tecnología y la «filosofía» del coche.
Un equipo de estilistas y técnicos estudiará nuevos materiales y buscará nuevos proveedores capaces de ofrecer un producto único y exclusivo para cada propietario. La Couture Selection se restablecerá con cada modelo, y los materiales de su predecesor se incorporarán a una de las colecciones Classica, Inedita y Scuderia del ya completo catálogo de Tailor Made.
El desarrollo de la Couture Selection representa el compromiso continuo de Tailor Made con la creación de automóviles que envuelvan a su propietario como un elegante traje confeccionado a medida para ofrecer esa sensación única e inigualable de sentirse realizado y al mando. Y, sobre todo, uno mismo.