Damien Reid
En 1994, Ferrari empezó su aventura en el mundo árabe, una región rica en historia y cultura que cuenta con una clientela diversa y mayoritariamente joven. Una zona donde abundan los entusiastas
Oriente Medio siempre ha sido terreno abonado para Ferrari, pero no fue hasta los años 90 (1994, para ser exactos) que la compañía estableció una red de distribución para esta región, que se extiende desde Líbano hasta el Golfo Pérsico. Cada país tiene sus propias características culturales y demográficas. En los inicios de la aventura de Ferrari en Oriente Medio, había diferentes expectativas en torno a la marca y los modelos. A lo largo de los años, el perfil de los propietarios de vehículos Ferrari en la región ha cambiado, pero, gracias a su presencia local, la firma de Maranello ha sabido adaptarse.
Si excluimos la comunidad de expatriados, los propietarios típicos de un Ferrari en los países árabes son personas de entre 40 y 50 años (más jóvenes que la mayoría de los clientes europeos) con gusto por las marcas italianas y los artículos de lujo, y apasionados de los coches deportivos. Les gusta darse caprichos y disfrutan el hecho de poseer un vehículo que refleja su personalidad. Además, a los Ferraristas de Oriente Medio les gusta diferenciarse de los demás, lo que se traduce en una demanda de vehículos altamente personalizados. “Tener la primera o la única versión de un Ferrari es en sí mismo una competición, así que siempre es un mercado interesante y vibrante”, explica Giorgio Turri, director general de Ferrari para Oriente Medio.
Los clientes de Ferrari disfrutan visitando Maranello para reunirse con los equipos de diseño y elegir opciones hechas a medida a fin de controlar por completo la personalización y tener la posibilidad de pedir un coche exactamente tal y como ellos desean. “Disfrutan seleccionando los materiales, eligiendo colores y acabados a medida, y sintiéndose cien por cien seguros de que no existirá ningún vehículo igual que el suyo en ningún otro lugar”, observa Turri. La mayoría de los clientes de Ferrari viajan con frecuencia, conocen bien Europa y están familiarizados con la historia de la marca.
Teniendo en cuenta este profundo conocimiento, no es extraño que muchos de ellos prefieran un motor de 12 cilindros, que Enzo Ferrari consideraba como el motor perfecto. “El porcentaje de motores V12 en esta región es mayor que en el resto del mundo porque nuestros clientes quieren lo mejor y el V12 siempre será nuestro buque insignia”, señala Wilhelm Hegger, que ocupó el puesto de director de ventas de Ferrari para Oriente Medio, África e India entre 2011 y 2015. El conocimiento de la marca se extiende a sus logros deportivos, por lo que no es extraño ver que, a pesar de que los grandes premios de Formula 1 solo se disputan en la región desde 2004, la pasión por Ferrari lleva largo tiempo instalada en las pistas.
Los clientes de la marca del Cavallino Rampante a menudo son tifosi, algo a lo que contribuyó la llegada del campeonato de Formula 1 a los circuitos de Baréin y Abu Dabi en 2004 y 2009 respectivamente. Marco Sambaldi, director de Marketing regional de Ferrari entre 2009 y 2017, recuerda lo que representó la llegada del gran premio a la región: “Me sentía como si estuviese presenciando el nacimiento de una nueva época. Podías sentir la energía de esta nueva era, tanto para Ferrari como para los Emiratos”. El entusiasmo por las carreras tiene también otras ventajas, ya que anima a muchos clientes a hacer sus pinitos como pilotos aficionados con la ayuda de los programas Corso Piloti y Corse Clienti de Ferrari.
Por esta razón la marca del Cavallino Rampante está trabajando en un programa de carreras solo para Oriente Medio y los clientes también tienen acceso a otros programas internacionales de Ferrari, como la serie Challenge de Europa, Norteamérica y Asia, regiones que se encuentran a una distancia razonable de la región. Hay otras iniciativas que también han contribuido a mantener viva la pasión por la marca. En noviembre de 2010, se inauguró el primer parque temático enteramente dedicado a Ferrari: Ferrari World Abu Dabi.
“Era como si una parte de Italia hubiese entrado en los Emiratos”, comenta Sambaldi. Aunque crear experiencias divertidas para los clientes y fans sin duda es importante, otra tarea no menos importante es conseguir que nuestros clientes vuelvan a por más. “Nuestro objetivo es superar constantemente las expectativas de los clientes y nutrir la base instalada para asegurarnos de que la siguiente generación, no solo incorporará nuevos miembros sino también a los hijos de nuestros clientes actuales”, afirma Turri. “Ellos –continúa– están disfrutando la experiencia Ferrari como niños y esperamos verlos algún día disfrutando como adultos detrás del volante igual que lo hacen sus padres ahora”.