En torno al concepto de familia y todo lo relacionado con ella se han escrito ríos de tinta.
Están los lazos familiares y, luego, existen otros, casi igual de importantes, basados en la amistad y la afinidad.
Piero Ferrari, nuestro vicepresidente, es hijo de Enzo Ferrari, el fundador. Y el nieto de Piero, hijo de su hija Antonella, también se llama Enzo.
Abuelo y nieto están muy unidos, como se pudo comprobar en la reciente Cavalcade Classiche, donde ambos fueron protagonistas: Piero al volante de un F50 y Enzo de un F40.
«Nunca había conducido un F40», declaró Enzo Mattioli Ferrari. «Llevo años esperando este momento porque es uno de los coches más emblemáticos de nuestra historia y fue el último modelo que vio mi bisabuelo. Incluso tenía un póster de un F40 en mi habitación cuando era niño. Pero antes de dejarme que lo condujera, mi abuelo me hizo dar una vuelta por las colinas de Maranello con él sentado a mi lado. Quería verme en acción con un coche que es casi un F1 de carretera y debe conducirse con el máximo respeto. Al fin y al cabo, él ha sido quien me ha enseñado a conducir: cuando era niño y hacía como que conducía un Ferrari, me decía cómo cambiar de marcha o cómo girar el volante. Hasta que pude probar por primera vez un Ferrari de verdad, un 328. El abuelo siempre era muy cariñoso conmigo, pero cuando me explicaba las cosas quería que le prestara atención porque cuando se conduce hay que ser muy serios.»
Piero Ferrari afirmó: «Me hicieron abuelo bastante joven y siempre he estado muy unido a mis nietos, cualquier oportunidad era buena para pasar tiempo con ellos, ya fuera esquiando o simplemente conduciendo. Enzo, al igual que mi padre y yo, tiene pasión por los coches y, en especial, por los Ferrari. Y es consciente de la responsabilidad que conlleva nuestro apellido»
«La familia es sentido del deber —continúa Enzo—, es sentirse parte de algo único. Una sensación que también aflora en ocasiones como esta. Ferrari forma parte de la historia de Italia y muchos, a partir de 1947, se han sentido partícipes de esta historia.»
Se está refiriendo claramente a la otra “familia”, a los apasionados clientes de Ferrari, con los que Piero y Enzo se dieron cita en la Cavalcade Classiche.
El vicepresidente continúa: «la familia Ferrari es como una gran familia. Muchísimas personas, amantes de los buenos coches y que les encanta reunirse con otras que comparten esa misma pasión.»
Y con quien Piero y Enzo se sintieron como en casa.