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El camino de una campeona

21 gennaio 2021

Kevin M. Buckley

El pequeño Liechtenstein, un principado de cuento de hadas salpicado de valles alpinos y castillos antiguos, es el hogar de la primera piloto de carreras que ha ganado un campeonato del mundo: Fabienne Wohlwend. La mejor piloto femenina de Ferrari hizo parada en boxes durante un día para hacer de guía


Tuvo una niñez marcada por los deportes, entre ellos el esquí, y la compañía de su hermano mayor Raphael y varios primos varones. Sin embargo era ella, Fabienne, quien solía llevar las riendas. «Siempre era la piloto de pruebas, incluso entonces», ríe al recordar cómo saltaba con el trineo en invierno cuando ninguno de los chicos se ofrecía a hacerlo primero. «Incluso cuando íbamos a un restaurante, era yo la que tenía que hablar con el camarero. Siempre fui una niña valiente», recuerda la joven de 23 años.

No sentirse intimidada por la presencia de los chicos le resultaría muy útil más tarde, al convertirse en piloto de carreras, un mundo dominado por hombres. Todo empezó en un circuito de karting. En realidad había ido solo para ver a Raphael correr en la pista de un parque de ocio de Ticino, el cantón italiano de Suiza, pero, al final de la tarde, ella también quiso probar. El padre cedió. Ella quedó cautivada al instante. Su idilio con las carreras comenzó ese mismo día, justo antes de cumplir los siete años.

Era pequeña, pero rápida y valiente. Llegaron las victorias y creció el entusiasmo. A los once años ya había ganado dos títulos de karting. Con dieciséis, su padre, Edwin, un seguidor acérrimo de Ferrari, la acompañaba regularmente a las competiciones los fines de semana. Eran viajes de cinco horas que casi siempre los llevaban fuera de Liechtenstein y en los que él conducía mientras ella, sentada a su lado, hacía los deberes del colegio.

Su madre, Rita, accedió a apoyarla con ciertas condiciones: tenía que terminar la educación secundaria y obtener algún título de formación profesional. «Para tener algo en lo que apoyarme», recuerda Fabienne, «en caso, ya sabes, de que no lo consiguiese como piloto de carreras». Ella cumplió su parte del trato y se matriculó en un programa de formación de VP Bank, el tercer banco más grande de Liechtenstein. A los 19 años, hacía malabarismos para compaginar los cursos de banca con las competiciones de Fórmula 4 en sus días libres. «El banco me prestó un apoyo fantástico», cuenta Fabienne.

Entonces, en octubre de 2017, a punto de cumplir los 20 años, la joven logró una victoria histórica en una carrera de Audi TT celebrada en Imola. «Sigue siendo mi circuito favorito», afirma entusiasmada la deportista más famosa de Liechtenstein. Finalmente, «Sucedió algo increíble», recuerda aún con emoción en la voz. En el camino de regreso a casa desde Imola, recibió un mensaje del expiloto suizo Fabio Leimer, que estaba trabajando con el equipo Octane 126 (participante en las series Ferrari Challenge) y la había visto correr ese día. Le decía: “Hola, ¿quieres correr para Ferrari?”. «Era a través de las redes sociales», cuenta Fabienne riendo. «Yo respondí: “¡Estás de broma!”»

Una posterior visita a Monza dio como resultado tres participaciones como invitada en las series Ferrari Challenge de esa temporada y, poco después, su incorporación al equipo Octane 126 fundado por Christian Bertschinger. «Christian me ha apoyado todo este tiempo», afirma la joven, que añade: «Le estoy muy agradecida por ello. Ha sido fantástico».

Pero fue en 2018 cuando verdaderamente dejó huella en el mundo del automovilismo: después de terminar segunda en el Trofeo Pirelli AM del campeonato Ferrari Challenge Europe, asombró al mundo de las carreras al ganar las finales mundiales de Ferrari Challenge, con lo que se convirtió en la primera piloto de carreras reconocida como campeona del mundo por la FIA. El siguiente paso fue unirse al Serie W, un campeonato con participación exclusivamente femenina. Terminó sexta de un grupo de 20 corredoras en la temporada inaugural de 2019, en la que hizo podio en Misano, y volverá a competir en 2021, tras la interrupción de la temporada 2020 a causa de la COVID-19.

Aquella niña aficionada al karting ahora se sienta al volante de un Ferrari con motor de 650 CV y ocho cilindros que ha alcanzado los «303 km/h en las rectas de Monza», aunque quizás su yo de la infancia no se sorprendería. En Liechtenstein se elabora un anuario escolar a la edad de 10 años y los alumnos enumeran en él sus ambiciones de cara al futuro. Junto al nombre de cierta joven rubia aparece una anotación insólita: «¡Campeona de Fórmula 1!». Esto aún no ha acabado...