El nuevo Ferrari Roma Spider no es más que el último de una larga y distinguida línea de «gemelos» de Ferrari con motor delantero construidos con carrocería convertible y coupé. Aunque Ferrari siempre ha ofrecido modelos de techo rígido y soft top, no fue hasta 1964 cuando se lanzaron conjuntamente «gemelos» con múltiples rasgos en común.
Fue en plena época de la «dolce vita», una era de optimismo y elegancia que supieron reflejar a la perfección numerosos modelos de Ferrari de aquel entonces al combinar sofisticación, prestaciones, confort y, sobre todo, elegancia, de una forma que solo Ferrari podía hacer. Es sin duda ese espíritu de la «dolce vita» lo que capta el Roma Spider.
Los primeros Ferraris gemelos coupé/spider fueron el 275 GTB y el 275 GTS que debutaron en el Salón de París de 1964. Compartían exactamente la misma batalla de 2400 mm, la caja de cambios montada en la parte trasera y la suspensión independiente en todas las ruedas, lo que proporcionaba una maniobrabilidad magníficamente equilibrada.
Sin embargo, en estilo y carácter, las almas gemelas del coupé y el spider eran bastante diferentes. Por su parte, el 275 GTB tenía la ardua tarea de sustituir al 250 GT Lusso, ampliamente considerado como una de las berlinettas más bellas que el mundo haya visto jamás. Sin embargo, el nuevo 275 GTB, diseñado por Pininfarina, era sin duda igual de atractivo, lo que se intensificó cuando evolucionó con un morro más largo y, posteriormente, al igual que el 275 GTB4, con un motor de cuatro levas y más par.
La casa de diseño Pininfarina también estaba detrás del 275 GTS, pero creó un estilo completamente diferente para esta versión spider. Sus líneas más suaves y sobrias recordaban a su antecesor, el 250 GT California.
En el Salón del Automóvil de Ginebra de 1966 se presentó una nueva pareja de modelos coupé y spider: el 330 GTC y el 330 GTS. El 330 GTC se situaba entre el 275 GTB y el 330 2+2 de batalla más larga, con el que compartía el motor V12 de 4 litros.
La versión spider no solo era idéntica mecánicamente al 330 GTC, sino que también compartía su forma, a excepción de la capota de tela que se plegaba detrás de los asientos.
El 330 GTC coupé fue sustituido en 1968 por el 365 GTC, cuya diferencia principal era que las salidas de aire del compartimento del motor se habían trasladado de los flancos al capó. Bajo este se encontraba el mayor cambio: un motor V12 más grande que ofrecía mayor flexibilidad y una aceleración más viva. Por su parte, el 365 GTS sustituyó al 330 GTS, que compartía las mismas innovaciones que el 365 GTC.
Una revolución mucho mayor recibió a los entusiastas en el Salón de París de 1968 cuando Ferrari mostró su nuevo 365 GTB4, el sustituto del 275 GTB4. Un nuevo y agresivo aspecto desarrollaba los exitosos temas de su predecesor —habitáculo situado detrás, capó largo y morro de tiburón— pero en un nuevo y espectacular estilo, una vez más ampliamente considerado como una pieza perfecta de diseño. Posteriormente, el nuevo 365 GTB4 adquirió rápidamente el sobrenombre de «Daytona» como homenaje al 1-2-3 de Ferrari en las 24 Horas de Daytona del año anterior.
Entonces, en 1969, llegó la versión spider del Daytona: el 365 GTS4. Idéntico por debajo de la cintura, su capota de tela plegable enamoró a una nueva generación de amantes del sol, sobre todo en Estados Unidos. Sin embargo, era muy exclusivo: solo se fabricaron 122 ejemplares hasta 1973.
Transcurrieron más de 45 años hasta la siguiente pareja de coupé y convertible con motor delantero de Ferrari. Primero llegó el 812 Superfast en 2017 —una espectacular berlinetta V12 de prestaciones extraordinarias— seguido en 2019 por el 812 GTS, el primer Ferrari V12 de la historia con techo rígido retráctil.
A continuación vinieron las versiones Serie Speciale con un carácter más extremo inspirado en las carreras: los fabulosos 812 Competizione y 812 Competizione A. En el caso del primero, lo más destacado era la nueva luneta patentada de aluminio de una sola pieza. A su vez, el 812 Competizione A con techo TS adoptaba un enfoque diferente, ya que sustituía la luneta del coupé y los generadores de vórtices por un «puente» para reducir la resistencia al avance.
Hoy, la historia de los Ferrari coupé y spider «gemelos» ha vuelto a evolucionar. El Roma y el Roma Spider representan una nueva encarnación de la «dolce vita»: gemelos con almas y emociones diferentes, pero unidos por un origen común.